La cuenta atrás para la llegada del verano ha comenzado y con ella el propósito de muchas personas de perder peso. Esto es algo que van a poder conseguir haciendo ejercicio habitualmente y también llevando a cabo una dieta sana, completa y equilibrada.
Habitualmente existe la idea de que, para adelgazar, hay que evitar comer queso. Pero no es así del todo. Hay cinco tipos de este alimento que sí se pueden ingerir para alcanzar la meta citada y también por salud.
Te los presentamos a continuación.
Los quesos sabemos que aportan calcio, hierro, potasio e incluso vitaminas. Aunque también somos conscientes de que mientras más curados estén, mayor cantidad de grasa transfieren al cuerpo. Y, de igual modo, conocemos que hay que evitar los procesados porque muchas ocasiones tienen componentes que les hacen de ser de todo menos queso.
NOVEDAD WHATSAPP: ¡Pincha aquí para recibir GRATIS los mejores Trucos para Adelgazar y de Belleza en WhatsApp!
Por este motivo, tenemos la idea de que en toda dieta para adelgazar hay que retirarlos por completo.
Sin embargo, no es cierto plenamente. Hay variedades que se pueden comer cuando se intenta perder peso porque son bajas en grasas y tienen a raya el hambre. Se trata de tipos que están fabricados de manera muy natural y que carecen de aditivos.
En concreto, el primero de los quesos recomendados es el de cabra. Su aportación de grasas es muy reducida, al tiempo que cuenta con buenas dosis de calcio y de proteínas. Se puede tomar de múltiples formas, tales como en ensaladas, con cebolla caramelizada, con un poquito de pan integral...
El segundo de los aconsejables cuando se quiere adelgazar es el queso fresco, pues es bastante saciante. De él hay que destacar además que es bajo en grasas y, por tanto, aporta pocas calorías al organismo. No menos importante es subrayar su riqueza en fósforo, calcio, vitaminas y que tiene propiedades probióticas.
Se considera que es un bocado perfecto como snack a media mañana.
En esta lista tampoco podíamos dejar de incluir al famoso queso feta, que es muy común en Grecia, donde se toma fundamentalmente en ensaladas. Se elabora con leche de oveja, sobre todo, y, al igual que los anteriores, es bajo en grasas, además de muy rico en calcio, en hierro y en vitaminas B, fundamentalmente. Sobresale por su potente sabor y su textura blanda.
La cuarta posición de este ranking está ocupada por el llamado queso quark, que es de origen alemán y tiene una textura blanda. Es untable, bajo en grasa y rico en proteínas, aminoácidos y calcio, fundamentalmente.
De un tiempo para acá ha comenzado a popularizarse su consumo en todo el mundo, llegando a ser el sustituto del yogur en muchas dietas.
Por último, pero no menos importante, se encuentra el queso ricotta, que destaca porque aporta al organismo tanto calcio como vitaminas B y porque es bajo en lactosa. Es un tipo fresco y de sabor suave que se elabora con el lactosuero de la leche de vaca. También es bajo en calorías y rico en proteínas de alta calidad biológica.
Este se puede utilizar para repostería, para rellenar pasta y, por supuesto, se puede tomar acompañado de alimentos saludables como frutos secos.
Comer moderadamente uno o varios de los quesos expuestos es algo que se puede hacer cuando se está intentando adelgazar, porque son bajos en grasas. Pero es que, además, su consumo trae consigo otra serie importante de ventajas para el organismo.
Contribuyen a mejorar la salud intestinal y previenen la aparición de enfermedades óseas y cardiovasculares, como recogió un estudio de 2016 publicado en Nature Medicine. Incluso distintas investigaciones han venido a determinar que ayudan a reducir los riesgos de sufrir caries en los dientes.
Sin olvidar que también se considera que ponen su granito de arena para que funcionen adecuadamente tanto el sistema muscular como el nervioso.