Cuando viajamos, queremos hacerlo al cien por cien, disfrutar al máximo de cada momento para que el recuerdo del viaje sea imborrable. Para ello, es necesario estar en buenas condiciones físicas y psicológicas. No es tarea fácil, especialmente cuando hacemos un viaje a un país completamente diferente al nuestro. Por eso te ofrecemos una serie de consejos de salud antes, durante y después de viajar.
En caso de dudas sanitarias sobre el país de destino, lo ideal es programar una visita con nuestro médico de cabecera para saber si vamos a necesitar alguna vacuna y qué medidas preventivas debemos tomar. Esto es recomendable incluso cuando no sufrimos ningún síntoma de enfermedad. Estar bien informados es fundamental para cuidar nuestra salud cuando viajamos.
Algunos destinos no tienen un sistema de salud pública gratuito, es el caso de Estados Unidos, Japón o Australia, así que en el caso de que surgiera cualquier problema de salud y no contar con seguro, el precio del viaje podría dispararse. Si haces un viaje paquetizado no habrá ningún problema en añadir un seguro de viaje internacional a medida, ya que existen varias opciones en función de los gastos que cubren o de si cuentan con cancelación gratuita o no.
Si hacemos un viaje largo no debemos perder de vista el ‘jet lag’, las típicas alteraciones físicas y psicológicas que se producen a consecuencia del cambio de horarios. Para alterar lo mínimo el ciclo del sueño, hay que descansar bien antes de coger el vuelo (sabemos que es difícil por los nervios, pero es posible), tomar mucha agua y evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
No todos los países ofrecen agua del grifo de buena calidad. En algunas regiones, es recomendable no beber agua directamente del grifo si no queremos sufrir una gastroenteritis aguda. También debemos tener cuidado con la fruta sin pelar que ha sido lavado con agua del grifo o los cubitos de hielo. En cualquier caso, es recomendable incluir en la maleta algún medicamento que nos ayude a regular el tránsito intestinal.
Una de las mayores preocupaciones a la hora de viajar a países tropicales son los mosquitos. Si existe riesgo de transmisión de enfermedades como la malaria, el dengue o el virus Zika, debemos estar debidamente vacunados y, ante la aparición de los primeros síntomas -en nuestro destino o una vez hayamos vuelto al país de origen-, avisar a las autoridades sanitarias. Ojo con los chapuzones en ríos, lagos y zonas de agua estancada, donde la presencia de mosquitos puede llegar a ser muy molesta.
Una de las cosas más bonitas de viajar es que podemos probar sabores nuevos y alimentos que nunca nos habíamos planteado comer. No hay ningún problema en degustar los platos típicos locales o atreverte con los insectos, pero recuerda que tu estómago no está acostumbrado a cierto tipo de alimentación, así que no te pegues grandes atracones si no quieres pasar todo el viaje con gastroenteritis.
Por lo general, no hay ningún problema en llevar medicamentos en el equipaje de mano, siempre y cuando no lleves contigo media farmacia. Lleva las dosis necesarias para los días que vayas a estar y alguna más por si surgiera cualquier imprevisto. Por otro lado, infórmate de qué medicamentos son legales en el país de destino y cuáles no.
Nunca se sabe lo que puede pasar. Si estás sin compromiso o en disposición de tener relaciones sexuales en el extranjero, lleva siempre preservativos para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.