Resulta difícil no estar en tensión ante la perspectiva de un examen, más aún si este es de importancia capital para nuestro futuro. Los nervios, las dudas y los temores aparecen con más fuerza a medida que se acerca la fecha del examen. Algunos estudiantes saben controlarlo mejor; otros viven atacados por los nervios y el estrés.
Muchos expertos proponen diferentes maneras de rebajar este estado de tensión y nervios antes de un examen. Sus consejos suelen ser los típicos: duerme bien, no tomes cafeína, no te quedes estudiando hasta el último momento, etc.
Sin embargo, en este caso nosotros queremos ofrecerte algunos trucos para relajarte antes de un examen, pero más que trucos son actividades concretas que puedes realizar en los momentos previos a la prueba para, al menos, distraerte durante las horas previas al examen. Como los jugadores de la selección española, que aliviaban tensiones jugando al ping-pong antes de la final del Mundial de Sudáfrica.
La música tiene un enorme poder de abstracción. Deja un rato los apuntes, poco vas a aprender en las horas antes del examen. Ponte unos cascos o simplemente deja que suene tu grupo preferido por los altavoces. Cierra los ojos y trata de relajarte. Después de tanto estudio, la música toca nuestra parte creativa y emocional, y permite relajar la parte racional de nuestro cerebro.
El ejercicio nos ayuda a cambiar el centro de nuestra preocupación de los libros a los músculos. Es una manera de tener ocupado el cuerpo y la mente y olvidarnos por unos momentos del examen que tenemos que afrontar. Además, haciendo ejercicio liberamos endorfinas, lo cual nos ayuda a afrontar las situaciones con mayor optimismo y a tener mayor confianza en nosotros mismos. Por supuesto, no te pongas en plan Rocky porque tampoco querrás llegar al examen demasiado cansado.
Si el poder de abstracción de la música es enorme, los videojuegos no se quedan atrás gracias a su efecto inmersivo. Algunos videojuegos no tienen precisamente un efecto “relajante”, ya que te mantienen en tensión constante, pero al menos logran orientar esa tensión hacia otro lugar.
Sal de casa y da un paseo por un parque de tu localidad. Cómprate algo en el kiosko de la esquina, dales de comer a los patos de estanque, siéntate en un banco simplemente a mirar la gente que pasa, observa cómo se mueve la ciudad. Un pequeño paréntesis de disfrute antes de enfrentarte al examen.
Si te gusta cocinar, ¿qué mejor manera que relajarse antes de un examen que poniéndote a los fogones? Lo bueno de esto, es que puedes esperar a después del examen para probar tu invento gastronómico: si el examen ha salido bien, te lo comes para celebrarlo, y si el examen ha salido mal también te lo comes, para olvidarlo.
Por supuesto, esto son solo algunas actividades de ejemplo, en realidad cualquier cosa que te guste sirve para distraerse. A lo mejor lo que te apetece es leer un libro o un cómic, tú decides qué te funciona mejor.