La inflación no termina de dar un respiro a los hogares. En el último año, llenar la cesta de la compra se ha convertido en una tarea complicada.
El último alimento en llegar al precio máximo en los mercados internacionales es el azúcar.
Este ingrediente dulce está alcanzando sus niveles más altos en España por varias razones como es la guerra de Ucrania y que la cosecha registrada del último año es baja.
Debemos tener en cuenta que este alimento es un ingrediente esencial en el mundo. Considerado como producto básico, pues tiene una gran influencia en la alimentación humana y en la industria alimentaria.
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Esta industria está viviendo sus años complicados por las crisis de la inflación y el cambio climático. Dos factores esenciales que han aumentado los precios de coste de producción por la escasez de productos.
La tendencia aumentativa de precios es una respuesta de todas las consecuencias humanas y en su contraste la disminución de materias primas. Los últimos datos del IPC de febrero en España demuestran que el azúcar ha sido el alimento que más ha experimentado una subida de precio en el último año, una subida del 52%.
Según la vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño, esta tendencia de que los precios continúen al alza seguirá en los próximos meses. Una subida que también afectará al azúcar, pues España no es líder en la producción de este alimento.
Paralelamente, la FAO realizado un índice de los precios alimentarios que refleja el incremento del azúcar, desde enero ha experimentado una subida del 6,9%.
El organismo internacional señala que esta subida de precio se debe principalmente a que la cosecha de India, segundo productor mundial, ha sido baja por las condiciones climáticas.
El primero mayor productor mundial de este alimento es Brasil. Además, este país es el mayor exportador internacional de etanol, un biocombustible que tiene al azúcar como ingrediente clave.
Con la subida de los precios energéticos y del petróleo, la demanda del transporte también repercute de manera indirecta en la subida del precio de este alimento.
Tampoco debemos olvidar que en los últimos años, este país se ha visto influenciado por la demanda de China e India, una situación que se disparó tras la pandemia.
Unido a esto, hay motivos generales que comparte con el país Indio que encarecen el producto, como la crisis climática, con sequías recurrentes, la pandemia y sus efectos, la disminución de la productividad y la creciente demanda de alimentos procesados.
Desde 2007, la UE reformó sus relaciones del mercado internacionales. Una reforma que incluyó primas y recortes de precios, para fomentar la reconversión y el abandono por parte de los remolacheros menos competitivos.
Por su parte, Alemania y Francia siguen siendo los principales productores en la zona europea, mientras que otros países como Portugal se suprimió la producción.
En definitiva, es probable que la volatilidad y el incremento de precios aún se prolongue durante meses, lo que requerirá un esfuerzo continuo de todos los actores implicados para minimizar su impacto económico.