Si no queremos dejarnos un ojo de la cara en las averías de nuestro coche, debemos mantenerlo a punto. Y es que de lo contrario el número de averías aumentará de forma notable con el paso del tiempo.
Todos sabemos que según van pasando los años, algunas partes del coche van deteriorándose. Por ello, tenemos que tener aún más cuidado a la hora de pasar las revisiones del mismo.
Así, nos van a librar de un susto en forma de un buen puñado de euros que nunca viene mal en estos tiempos complicados.
Eso sí, en ocasiones los problemas de nuestro vehículo se deben a despistes evitables que no tienen que ver con el estado del propio coche en sí. Y si sufrimos algunos de ellos, tendremos que pagar un pastizal en varios casos para subsanarlos.
Por ejemplo, una de las cosas que no hacemos bien es desatender a los testigos del coche o, por ejemplo, errar a la hora de poner el combustible. Algo que hace que el estado de nuestro vehículo empeore de forma alarmante.
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Otro de los problemas que solemos sufrir es dejar pasar cuál es el estado del aceite del coche. Y acerca de todos ellos, hay una consecuencia común. Y es que pueden provocar una avería de notables dimensiones en el coche de la que nos vamos a arrepentir.
Es un error muy común otros conductores y si caemos en ese olvido, nuestra batería se descargará de forma irremediable. Algo que puede provocar que no podamos arrancar el coche normalmente la próxima vez que nos subamos a él.
Si te olvidas demasiadas veces de las luces puestas, la batería o incluso el alternador pueden verse afectados notablemente
Este olvido puede ser muy grave y hacer que se desgaste el motor antes de lo previsto. Lo recomendable es cambiarlo cada año o bien cada 15 000 kilómetros. Si quieres esperar dos años, también puedes cambiar el aceite a los 30 000 kilómetros, como apuntan desde RACE.
Lo que sucede cuando nos despistamos y dejamos algo abiertas las ventanas del coche es que puede entrar dentro de nuestro vehículo polvo o lluvia. E incluso podemos tener algún susto y que los ladrones hagan acto de presencia y se puedan colar por la ventanilla.
A su vez, el motor que debe manejar el movimiento puede deteriorarse y podría provocar igualmente serios problemas en subir o bajar dicha ventanilla.
Cuidado, porque este es uno de los problemas que puede acarrear que tengamos un grave accidente y es muy importante que siempre tengamos la presión adecuada en los mismos.
Y es que si no están bien hinchados, pueden sufrir un pinchazo que podría provocarte un grave accidente en plena carretera.
Otros errores que comúnmente suelen cometer los conductores son no cambiar los frenos desgastados o abusar demasiado del punto muerto. También hay que incidir en el error de ponerle al coche gasolina en lugar de diésel o equivocarse de depósito.
Hay que poner el foco en ese grave error de echar gasolina en vez de diésel, o viceversa. Si no reparamos en ese error y arrancamos el coche como si tal cosa, el motor se pondrá en marcha, pero en cuando la gasolina empiece a circular por dentro del mismo, algo notarás. El coche emitirá ruidos extraños y se parará de forma irremediable.