Logo whatsapp
Adolescente mirándose al espejo

Baja autoestima en adolescentes: 6 dinámicas para reforzarla

Os proponemos algunas estrategias para ayudaros a recuperar la autoestima y ganar confianza en uno mismo

La adolescencia es una época complicada, creo que todos podemos estar de acuerdo. Es una época llena de cambios repentinos que cuesta asimilar: cambia nuestro cuerpo, somos más conscientes de nosotros mismos y nuestro rol en el mundo, las hormonas están revolucionadas y la mitad del tiempo no entendemos qué nos pasa.

También es un momento en el que los estímulos del entorno tienen un papel clave en la autoimagen que tenemos de nosotros mismos, y pueden afectar de forma muy negativa. Tanto si nos estás leyendo como adolescente o como un adulto que quiere ayudar a un adolescente, os proponemos algunas estrategias para ayudaros a recuperar la autoestima y ganar confianza en uno mismo.

¿Qué es la autoestima?

Cuando hablamos de autoestima nos referimos a  la idea que tenemos sobre nuestro valor personal y el respeto hacia nosotros mismos. Esta autoestima no hace únicamente referencia a nuestro aspecto físico, sino también a la percepción que tenemos de nuestras capacidades y habilidades.

Si tienes una buena autoestima te tratarás con respeto, atiendes a tus necesidades y defiendes tus posturas y tus derechos. En cambio, cuando una persona tiene una baja autoestima, será más fácil que se humille a sí misma, ponga las necesidades de los demás por delante de las propias o crea que no puede ofrecer nada al mundo.

¿Qué puede producir baja autoestima?

Hay multitud de situaciones que pueden producir baja autoestima, y muchas de ellas no empiezan durante la adolescencia, sino que se van gestando desde niños. Aquí tenemos algunos ejemplos de situaciones que pueden reducir la autoestima de nuestros hijos o alumnos:

1. Padres excesivamente estrictos o críticos

A veces, con la mejor de las intenciones, somos demasiado estrictos con nuestros hijos y  nos olvidamos de recordarles todas esas cosas en las que son buenas, y se quedan con la sensación de que todo lo hacen mal  porque solo reciben comentarios sobre sus errores.

También puede darse la situación en la que los padres han sobreprotegido en exceso al niño o la niña. Esto hace que los niños crezcan con muchos miedos  y duden de su capacidad de hacer cosas de manera autónoma sin que haya un adulto que les dé permiso para hacerlo.

2. Niños que han sido descuidados

En contraposición a los padres excesivamente críticos o sobreprotectores, tenemos los niños cuyos adultos no han estado muy presentes. Esto puede ser por multitud de razones, desde largas horas de trabajo que impiden a los padres pasar tiempo con los niños, hasta problemas de adicciones.
 
La consecuencia de la falta de atención hacia los niños puede producir una falta de educación en los contenidos de los medios que se consumen y que pueden ser perjudiciales para ellos, además de no promoverse un espíritu crítico y poder crearse una autoimagen sana y tener una buena autoestima. Estos niños muy a menudo tienen problemas de identidad que se manifiestan durante la adolescencia.

3. Etiquetas injustas

En la escuela, muchas veces los docentes etiquetan a los alumnos en función de su comportamiento y sus resultados académicos, y esto tiene un efecto directo en la autoestima de los adolescentes. Si un niño oye siempre que es malo y un mal estudiante, seguramente acabe por creérselo y acabe siendo malo y un mal estudiante (efecto Pigmalión). Los niños necesitan creer que los adultos confían en sus capacidades antes de poder ser ellos mismos los que confíen en sus capacidades.

4. Acoso escolar

Puede ser que el niño o niña haya sufrido bullying durante parte o toda su vida. El rechazo de tus iguales provoca grandes daños a la autoestima de los niños, causando inseguridad, nula autoestima, incapacidad y timidez.

5. Abusos de cualquier tipo

Los niños y las niñas que han sufrido abusos físicos, psicológicos o sexuales por parte de otros adultos, tendrán una autoimagen muy frágil que dependerá prácticamente en exclusiva de las opiniones externas, lo que con toda probabilidad hará mella en su autoestima durante la adolescencia.

¿Cómo recuperar la autoestima? 6 ejercicios y dinámicas

Recuperar la autoestima no es un trabajo sencillo. Muchas veces necesitas romper con pensamientos y actitudes que se han ido construyendo a lo largo de los años y que forman parte de tu propia identidad  aunque te estén haciendo daño. Con paciencia y trabajo, poco a poco podemos ayudar a recuperar la autoestima de los adolescentes. Aquí os sugerimos algunos ejercicios y dinámicas para trabajar la baja autoestima:

1. Identifica tus cualidades

Para esto es mejor encontrar aspectos estables que puedan suponer un logro, por eso recomendamos romper con la barrera de lo físico e ir más allá. Al principio puede resultarte difícil porque estás metido en el bucle de creer que todo lo haces mal, pero si dedicas tiempo a darle vueltas irás descubriendo cosas. Si te resulta más sencillo, puedes preguntar a gente de tu alrededor, como amigos, familiares o profesores para que te ayuden a identificar aquellas cualidades de las que deberías estar orgulloso.

2. Crea oportunidades para conseguir cosas

Una buena manera de recuperar la autoestima es salir de nuestra zona de confort. Si nos marcamos un objetivo y trabajamos para conseguirlo, reforzaremos actitudes positivas hacia nosotros y nos sentiremos útiles. Algunas de las cosas que puedes plantearte es, por ejemplo, aprender algo nuevo. Puede ser aprender a tocar un instrumento, un deporte, o a dibujar.

También puede ser hacer un viaje, solo o acompañado. El hecho de planificar un viaje, conocer sitios nuevos y gente nueva, puede ayudar a ganar confianza en ti mismo y en tus habilidades. Es una ocasión fantástica para explorar tus pasiones y desarrollar algún hobby.

3. Celebra las pequeñas victorias

Desde pequeños nos educan a ser competitivos para ser los mejores. La realidad es que no hace falta ser el mejor. Somos más de 7.000 millones de personas en el mundo y un porcentaje muy pequeño de esa cifra va a ser el mejor en algo. A veces es más importante tener a muchas personas capaces de muchas cosas muy diversas que una persona que sea la mejor en un área concreta.

4. Asume responsabilidades

Asumir responsabilidades va muy bien para incrementar la autoestima y confianza. Al hacer cosas importantes  no solamente te demostrarás que eres capaz, sino que también te demostrarás que puedes tener una influencia positiva en el mundo exterior. Algunas de estas responsabilidades pueden ser conseguir un trabajo, ofrecerte como voluntario en alguna asociación, ayudar a otros estudiantes con sus tareas o incluso pasear al perro todos los días.

5. Valora lo que puedes aportar a los demás

Intentar modificar nuestra manera de vestir o de comportarnos para agradar a los demás no suele ser una buena idea. Para tener una buena autoestima, es mejor encontrar gente que nos valore como somos y sepa ver todo lo bueno que tenemos. Desarrolla tu estilo y forma tu propia personalidad. Seguir a los demás puede tener buenos resultados a corto plazo, pero a la larga te hará infeliz y te sentirás inseguro porque tu autoimagen dependerá de lo que hagan los demás. Busca personas que aporten cosas positivas a tu vida y te hagan sentir bien contigo mismo.

6. Respétate a ti mismo

Muchas veces, los adolescentes con baja autoestima (y los adultos también) tienden a tener pensamientos muy dañinos hacia ellos mismos: “No sirves para nada”, “Seguro que todos te odian”, “Esa persona se está riendo de ti”, son algunos ejemplos de mensajes negativos que podemos tener cuando tenemos una autoestima baja. Cuando te des cuenta de que estás usando lenguaje agresivo y nocivo hacia ti mismo, oblígate a pararlo y redirígelo hacia otro lugar. Háblate como hablarías a una persona que se siente mal consigo misma, como por ejemplo decir “Esta vez no te ha salido, pero seguro que la próxima vez te saldrá mejor” en vez de pensar que no sirves para nada.

También es importante respetar nuestro cuerpo y el aspecto que presentamos. Si nos sentimos cómodos con la manera como nos presentamos al mundo, nuestra autoestima subirá. No me refiero a llevar ropa que esté de moda, sino a ir bien aseados y que la ropa esté limpia y  que no esté rota. Dormir bien también es muy importante: estudios han demostrado que la falta de sueño se encuentra asociada a una baja autoestima y un ánimo bajo. Por último, si mantenemos una dieta saludable e intentamos hacer ejercicio también nos sentiremos más energéticos y mejor con nosotros mismos.

Construir una buena autoestima es una tarea difícil cuando ya tienes instaurados ciertos mensajes en tu inconsciente, pero es un trabajo que vale la pena. El objetivo final es poder llegar a la auto-aceptación. Esto significa que reconoces y admites todas tus partes, tus cualidades y tus defectos, las positivas y las negativas y aceptas todo eso como un bloque que te hace un ser humano valioso.  Si te sientes muy abrumado y no sabes por dónde empezar, puedes pedir a un adulto que te ayude o incluso acudir a terapia  para que te ayude a trabajar la baja autoestima.