¿Quién no ha jugado de pequeño a la búsqueda del tesoro? Seguro que todos guardamos buenos recuerdos de este tipo de juegos. Aunque hoy día la tecnología invade la vida de nuestros pequeños, enseñarles cómo nos divertíamos cuando teníamos su edad ayudará a crear un vínculo más fuerte con ellos, y además, lo pasarán en grande.
Puedes usar este juego para celebrar un cumpleaños, una fiesta de vacaciones o simplemente para pasar una tarde de domingo. Si no sabes por dónde empezar, vamos a darte unas buenas ideas.
Una de las ventajas de los juegos de encontrar objetos es que no necesitan mucho espacio. Con solo unas habitaciones en la casa es suficiente. Un objeto que atraiga a los pequeños y unas pistas bien elaboradas completarán el conjunto de cosas necesarias.
Aunque es un juego que puede hacerse solo con un niño, será mucho más divertido si hay dos o más. Elige bien el contenido del cofre del tesoro para que se convierta en un aliciente que despierte la competitividad e imaginación de los pequeños.
Lo mejor para ello es que sea algo que puedan compartir después, pues si gana uno y gana el premio, es posible que los demás se queden tristes. Puedes llenar una caja de zapatos forrada con papel de regalo de golosinas o galletas que luego comerán todos. O bien, puedes hacer pequeños regalos de consolación para aquellos que no han llegado a la casa del tesoro.
Los juegos de pistas son muy beneficiosos para los niños en muchos sentidos. Por ejemplo:
Descifrar pistas y enigmas activará su mente, desarrollará su inteligencia e incrementará su creatividad.
Cuando hay suficientes niños, lo mejor es que participen por equipos, lo cual les ayudará a aprender a respetar las opiniones de otros y trabajar juntos para un único fin.
Sea que gane otro niño y comparta el premio con los demás, o vea que tú das regalos más pequeños al resto de los niños que no llegaron hasta el cofre del tesoro, le enseñará sin palabras que hacer sentir bien a otros siempre es la mejor opción para conservar la armonía y la felicidad. Esto sin importar si él es el beneficiado o el que beneficia.
En un mundo en el que la tecnología parece dominar todo, los niños de hoy ya vienen con un móvil bajo el brazo en vez de con un pan, como se decía antaño. Saber que hay muchas otras formas de divertirse les ayudará a valorar cosas que quizá de otra manera pasarían desapercibidas.
Ya sabes lo que necesitas y cuántos beneficios aportará a tus hijos y sus amigos este juego. ¡Es hora de ponerse manos a la obra! Lo más importante para tener éxito es elaborar pistas bien planificadas y que todos los participantes puedan descifrar.
Para ello, primero tendrás que tener en cuenta la edad de los jugadores. Si son de distintas edades, lo mejor es que formes dos equipos equivalentes en los que haya la misma cantidad de niños pequeños y grandes. Los grandes podrán leer, y los pequeños podrían guardar las pistas y ayudar a buscar.
También podrías hacer pistas diferentes, unas para niños pequeños y otras para niños grandes y que todos se ayuden los unos a los otros. Puedes diferenciarlas eligiendo papeles de distintos colores o tamaños.
Hay varias maneras. Mira estas ideas:
Dibujos. Haz dibujos de los lugares en los que hayas escondido las pistas. Será una manera muy sencilla de que los más pequeños participen.
Puzzles. Con dibujos por partes puedes crear un puzzle que llevo a los peques hacia el siguiente lugar en el que estará la próxima pista.
Indicaciones. Podrías hacer una descripción por escrito de dónde encontrar más información para llegar hasta la casa del tesoro. Por ejemplo, puedes decir algo así: “Camina dos pasos a la derecha, uno a la izquierda y cruza la puerta. ¿Ves algo brillante?”. Tu imaginación marcará los límites.
Pruebas. En alguna de las pistas puedes pedir al niño que la encuentre que haga algo atrevido o divertido para ganarse la próxima pista.
Enigmas. Si los niños tienen suficiente edad para ello, puedes crear enigmas en los que cada dibujo represente a una letra. Encontrar varias tarjetas con dibujos diferentes formará una palabra que los acercará más al preciado tesoro.
No se lo pongas demasiado fácil. Una de las cosas más divertidas de los juegos de pistas es esconder estas en lugares complicados, como dentro de un mueble o debajo de una silla. Ya sabes, tu imaginación marcará los límites. De lo que estamos seguros es de que este sencillo juego hará que los chicos pasen un buen rato y obtengan todos los beneficios que les aportan los juegos de buscar cosas. ¿Preparados para comenzar la intrépida búsqueda del tesoro?