El útero o matriz es un órgano que se encuentra en la pelvis de la mujer por delante del recto y por detrás de la vejiga de la orina. Es una cavidad recubierta por un tejido llamado endometrio. Hasta la aparición de la menopausia, el endometrio se renueva cada mes tras la menstruación.
El cáncer de útero puede desarrollarse a partir de cambios en las células del endometrio. Suele aparecer en los últimos años previos a la menopausia o en los años siguientes, siendo poco frecuente en mujeres menores de 40 años.
Aunque se desconoce exactamente el mecanismo por el cual crecen las células del endometrio y se vuelven malignas, existen algunos factores relacionados con la aparición de este cáncer como son: historia familiar, menopausia después de los 52 años, no haber tenido hijos, anticonceptivos orales, sobrepeso, diabetes e hipertensión arterial. La terapia de sustitución hormonal en la menopausia no provoca cáncer de endometrio si se realiza correctamente.
Los síntomas varían en función de si la paciente tiene aún la menstruación o no. Si todavía tiene el periodo, el cáncer hace que dichos periodos sean más irregulares o más abundantes. Si la mujer ya no tiene el periodo, se considera anormal cualquier sangrado vaginal, siendo el cáncer de matriz una posibilidad a tener en cuenta.
Cualquier mujer postmenopáusica debe consultar con el médico en caso de presentar una hemorragia vaginal inesperada. Otros síntomas que pueden aparecer son dificultad o molestias al orinar, molestias durante las relaciones sexuales y dolor en la pelvis.
Para diagnosticar el cáncer de útero debe acudirse a un ginecólogo, quien practicará una exploración ginecológica, ecografía abdominal y tomará una biopsia del endometrio por vía vaginal.
La elección del tratamiento depende del tamaño del tumor, del grado de malignidad de las células tumorales y de la extensión de la enfermedad. En las etapas precoces de la enfermedad, las mujeres con cáncer de útero se tratan mediante histerectomía, intervención quirúrgica que consiste en extirpar el útero.
Dependiendo de factores pronósticos, se asocia radioterapia postoperatoria. El uso de quimioterapia y hormonoterapia se está aun investigando. La mayoría de los casos de cáncer de útero se detectan y se tratan en una etapa temprana de la enfermedad, ya que el sangrado vaginal anormal alerta a las mujeres. Las probabilidades de curación son cercanas al 90 por ciento en los tumores diagnosticados precozmente.