Como ya hemos dicho muchas veces y, aunque suena a tópico, buscar un trabajo es un trabajo en sí mismo. Para postularnos como candidatos a un puesto en determinada empresa hay dos documentos que debemos remitir sin excepción: uno es el curriculum vitae y el otro la carta de presentación.
Por increíble que parezca, todavía hay gente que envía los currículums sin carta de presentación. Craso error. La carta de presentación puede suponer la diferencia a la hora de elegir dos currículums muy parecidos.
La carta de presentación ayuda a conocer un poco mejor al candidato, saber cuál es su predisposición, cómo se expresa, cuáles son sus motivaciones, etc. Eso sí, para que sea efectiva, una carta de presentación debe estar correctamente redactada, y precisamente por eso te mostramos los siguientes consejos.
Antes de nada, la carta de presentación debe responder a una serie de formalismos en cuanto al estilo. Al inicio se debe nombrar la empresa a la cual va dirigida la carta y la fecha en la que se remite. El texto se debe comenzar con un saludo inicial, por ejemplo "Estimados Señores". Del mismo modo, al término de la carta deben ir nuestros datos personales como nuestro número de teléfono y correo electrónico y, si se puede, debe ir firmada.
Mucha gente se limita en las cartas de presentación a volver a repetir lo mismo que ya ha indicado en el currículum. Una empresa no quiere volver a leer tus estudios y experiencia, sino conocer tus motivaciones y predisposición de una forma más cercana.
Una de las cosas que más le gustan a una empresa es comprobar que el candidato sabe cosas de ella, conoce casos de éxito y ha seguido su trayectoria. Esto ayuda mucho a que los departamentos de selección de personal te destaquen en uno de los aspectos más importantes: la identificación con la empresa.
Esta es una de las preguntas clave que debes responder en una carta de presentación. Mediante la respuesta a esta pregunta, podemos diferenciarnos de los demás, mostrar cuáles son nuestros puntos fuertes y convencer al departamento de selección de personal de que poseemos las aptitudes necesarias para el puesto.
El remitente debe ver desde un primer momento que la carta de presentación está dirigida expresamente a su empresa, y que no se trata de un texto genérico que se podría enviar a cualquier otra compañía. Esto indica que el candidato está especialmente interesado en la oferta y que la empresa no es "una más".
Una correcta ortografía y sintaxis también es básica, ya que lo contrario daría muy mala imagen a nuestra candidatura. Es muy probable que una carta de presentación con faltas de ortografía, errores de puntuación o construcciones sintácticas erróneas nos descarte definitivamente para el puesto.
Igual que sucede con el currículum, la carta de presentación debe ser breve, clara y concisa. En unos tres párrafos y con unas 150-200 palabras debe ser suficiente para decir todo aquello que queremos resaltar de nuestra candidatura. Con ello se demuestra determinación, capacidad de síntesis y, por otra parte, no hacemos perder el tiempo al departamento de selección.