El estrés es un problema que afecta a casi un tercio de la población laboral. La obligación de llegar a unos objetivos, la presión por parte de jefes y superiores, el miedo a hacerlo mal y perder el trabajo, etc, son algunos de los factores que contribuyen a que el lugar de trabajo sea el sitio perfecto para que aparezca el estrés.
Diversos estudios señalan que en torno al 15-20% de las enfermedades cardiovasculares en adultos se deben a causas relacionadas con el estrés en el trabajo. Y es que vivimos en un mundo estresante, en el que todo tiene que ser rápido e inmediato. No hay respiro ni descanso, todo se mide con base a los resultados.
Lo peor de todo es que el estrés al que estamos sometidos nos impide muchas veces rendir al nivel que somos capaces de dar. El estrés nos hace dudar, nos deprime, nos desmotiva e incluso nos paraliza. Así que si no quieres verte en esa situación, consulta estos consejos sobre cómo prevenir el estrés en el trabajo.
Planifica las tareas que has de realizar a corto y medio plazo, y organízalas por niveles según su dificultad o prioridad en el tiempo. De esta manera lograrás tener una perspectiva a corto y medio plazo de cuáles son tus obligaciones y no te verás sorprendido por la acumulación de trabajo.
A veces somos nosotros mismos quienes somos nuestro propio foco de estrés, por ejemplo estableciendo metas demasiado ambiciosas a las que es casi imposible llegar. El trabajo para alcanzar dicha meta va a ser muy estresante porque nos hemos impuesto un objetivo poco realista. El estrés dejará paso a la frustración, y viceversa.
Para rendir correctamente en el trabajo y tener la mente y el cuerpo despejados y listos para trabajar, es indispensable descansar lo suficiente. Debes llevar unos hábitos saludables, lo cual incluye dormir el número adecuado de horas. También es importante descansar dentro de la propia jornada laboral (muchas empresas ya obligan al trabajador a tomarse pequeños descansos), hacer un pequeño paréntesis para recuperar fuelle y regresar al trabajo.
Las vacaciones o los momentos de ocio son para disfrutar de la vida, de la compañía de los seres queridos o, también, del placer y la tranquilidad de estar un tiempo a solas con uno mismo. Los pensamientos sobre el trabajo no pueden tener cabida en tus momentos de ocio, aprende a desconectar y te sentirás mucho menos estresado.
Un lugar de trabajo desordenado es el lugar perfecto para que crezca el estrés y la ansiedad. El caos, el desorden y la desorganización son grandes compañeros de las prisas, los descuidos y los olvidos. Todo esto nos hace estar permanentemente en tensión, limita nuestra productividad y nos obliga a perder tiempo intentando encontrar cosas en medio del desorden.
En ocasiones nos tenemos que enfrentar a superiores que meten demasiada presión y, lo peor de todo, piden las cosas de forma déspota. Pasa de ello y céntrate en lo tuyo, que es trabajar correctamente. Si tu trabajo es bueno y hacer todo lo que puedes durante tus horas de trabajo, deberías estar tranquilo: ni hay nada que reprocharte ni tienes por qué estresarte.