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Un niño sentado en una sillita de paseo

Consejos para elegir una silla de paseo adecuada

Presentamos los factores más importantes a tener en cuenta

Una silla de paseo  es una de las compras que deberás realizar si vas a tener pronto un bebé. Por lo general, se suele utilizar una vez que el niño ha cumplido los 6 meses o menos y puede durar hasta los 3 años, o incluso más. La comodidad de poder pasear a tu bebé en una silla de este tipo es algo que se agradece. 

Sin embargo, hay que prestar especial atención a una serie de detalles antes de comprar una silla de paseo. Hay quienes se preguntan por los materiales de fabricación, las características o en que orientación poner al bebé. Aquí te damos algunos consejos para que puedas elegir la silla más adecuada. 

Las dimensiones y el peso de la silla de paseo

La anchura de las sillas de paseo oscila entre los 40-50 centímetros las más pequeñas hasta los 60 centímetros las más anchas. Es muy importante tener en cuenta esta anchura para ver si la silla puede entrar por la puerta de casa. También hay que prestar atención a su profundidad para guardarla en casa, llevarla en el coche o meterla en el ascensor. Ni que decir tiene que estas medidas también deben adaptarse al niño y tener la silla un peso adecuado (las más ligeras suelen pesar menos de 8 kilos). 

La edad del bebé

Si el bebé tiene menos de 6 meses, la silla de paseo debe llevar capazo. Puedes optar por una silla con capazo  y que sea reclinable por completo. Además, si el niño tiene menos de 1 año es muy recomendable comprar una silla con asiento reversible  para que el niño pueda ir mirando a sus padres mientras pasea. No todas las sillas de paseo tienen esta opción, por lo que te recomendamos que le eches un vistazo a esta web de sillas de bebe. 

Los accesorios de la silla de paseo

Es muy importante que el manillar de la silla de paseo sea regulable en altura y de barra para manejarla incluso con una sola mano. Muy recomendable que la silla incluya una cestilla portaobjetos, un capazo y el plástico para proteger al niño de la lluvia, el viento u otros agentes climáticos. 

Por último, hay que prestar atención a que el asiento de la silla de paseo sea rígido o semirrígido. Asimismo, es preferible que venga con apoyabrazos, reposapiés y correas o arneses de seguridad. La tapicería de la silla es aconsejable que sea transpirable y lavable, siendo importante comprobar que la silla se puede desmontar y plegar fácilmente.