Es habitual realizar trayectos en coche, tanto para cortas distancias como para viajes más largos. Debido a que es una práctica rutinaria, muchas veces no tenemos en cuenta detalles que pueden afectar a nuestro viaje. Por ello, ofrecemos una serie de consejos que nos ayudarán a realizar nuestros trayectos con más seguridad.
Es importante revisar el estado de nuestro automóvil con cierta frecuencia, sobre todo antes de realizar un viaje largo.
Por un lado, deberíamos examinar el estado del motor. Sobre todo, echar un vistazo al nivel de aceite. Es muy recomendable no dejar el cambio de aceite para la vuelta del trayecto. Realizar una prueba antes y cambiarlo si está en el límite nos hará viajar más tranquilos.
También es muy significante revisar otro tipo de líquidos como el de frenos, el agua para el limpia parabrisas, el líquido para el radiador, el líquido para la dirección... Una tarea que nos ocupa pocos segundos, solo una comprobación, y nos evitará tener sorpresas desagradables durante el trayecto.
La batería del coche es otro punto fundamental. En este caso solamente tendríamos que tener en cuenta la fecha de caducidad y cambiar la batería cuando esa fecha esté próxima. Es conveniente plantearse el cambio de batería si se escucha un sonido poco habitual al arrancar el vehículo o si notamos que empieza a arrancar con dificultad o que transcurre más tiempo del habitual antes de proceder al encendido.
Son síntomas de que la batería se está gastando y que puede dejarnos 'tirados' en cualquier momento.
Al observar los diferentes compartimentos, debemos detener la vista en las diferentes tuberías. Con una simple ojeada podemos percibir si alguna se encuentra en mal estado, sobre todo las tuberías que enlazan al radiador y al motor.
Otros segundos podemos dedicar a examinar el estado de las huellas de los neumáticos, así como a la presión de las llantas. Pues un desgaste puede afectar al viaje.
Es imprescindible tener en cuenta a los amortiguadores del coche. Algo a lo que tenemos que prestar atención cada vez que conducimos. Incluso, también a la suspensión. Comprobar que están en buen estado solo implicará que les prestemos un poco de atención en el momento de conducción.
También podemos revisar el estado de las luces del coche en el momento de conducción. Y, en el caso de que alguna esté dañada o nos pueda ocasionar problemas, intentar repararla o cambiarla antes del siguiente viaje.
En concreto, si realizamos un viaje largo, tenemos que tener más cuidado aún. Y, además de revisar el estado del coche periódicamente — pues solo supone unos minutos cada cierto tiempo — debemos detenernos en estos tips para realizar el trayecto con más seguridad.
Es de gran ayuda utilizar el tiempo a nuestro favor y planificar el trayecto con antelación. Tanto equipaje, recorrido, hoteles… Si todos los factores que influyen en nuestro viaje están bien organizados evitaremos viajar nerviosos, tener que parar para hacer llamadas o buscar información…
Dentro de esa planificación, es importante buscar información sobre el estado de las carreteras o cualquier dato en relación con la seguridad vial que nos pueda perjudicar en el viaje. De este modo, podemos disfrutar, no solo de la estancia en cualquier sitio, sino también del recorrido de ida y de vuelta.
Ir a la página web de la información sobre el estado de las carreteras de la Dirección General de Tráfico
Además de ir relajado por tenerlo todo planificado y saber con seguridad que no se nos ha olvidado nada, es imprescindible estar descansado. Las horas de sueño nos afectan bastante en nuestro día a día, más aún si vamos conduciendo.
También es muy significante mantener ese descanso y concentración. Esto es posible si hacemos paradas durante el trayecto, bien sea para tomar alguna bebida — en ningún caso alcohol —, comer algo, descansar la vista… Incluso si vamos acompañados de otra persona, es beneficiosa la conducción por turnos.
El ambiente dentro del coche también puede afectar a la seguridad en carretera. Detalles como la música que escuchamos pueden influir en nuestra conducción. Si es posible, sería muy recomendable que lo que se escuche sea a gusto de la persona que en ese momento conduce el coche.
Es fundamental que exista un buen ambiente dentro del coche y que las personas que nos acompañan nos hagan ameno el trayecto. Pues los cambios en el estado de ánimo derivados de discusiones, movimiento de objetos dentro del coche… afectan directamente al comportamiento de la persona que va al volante.
No hay que olvidar, a su vez, que debemos respetar las señales de tráfico. Sobre todo en cuanto a velocidad y distancia. Pues es preferible que el trayecto en coche dure más tiempo a que podamos tener algún imprevisto que nos perjudique a nosotros o a otras personas.
Viajar con menores en el coche merece un apartado independiente, debido a que tiene ciertas peculiaridades que influyen directamente en una conducción segura. Tener en cuenta sobre todo los dispositivos de seguridad para los menores, ya que son imprescindibles para reducir el estrés en la conducción evitando revisiones durante la marcha.
Es de gran importancia llevar ciertas cosas que nos puedan ser útiles durante el viaje con respecto a los menores. Por ejemplo: botiquín, mudas de ropa, comida, agua, algún objeto para entretenerlos… Las personas que viajan en el coche deben intentar crear un buen ambiente, pero los niños no son conscientes de ello y pueden desconcentrar fácilmente.
Además, beneficia considerablemente el viaje si nos llevamos cosas que puedan mantener a los menores tranquilos y entretenidos. Por ejemplo: aparatos para que puedan ver películas, tecnologías que les proporcionen juegos, juguetes…
Incluso, antes de viajar debemos prever si alguna de las personas o de los niños que viajan con nosotros pueden sentirse mal durante el recorrido. Tener en cuenta sobre todo a las personas o niños propensos a marearse.
Otro factor muy relevante a la hora de ir en el coche es cómo llevar a las mascotas. Debemos tener presente que cualquier tipo de mascota necesita también dispositivos de seguridad cuando viaja en un coche: transportín, jaula, arnés de sujeción…
Si la mascota no está sujeta de ninguna forma puede distraer a la persona que vaya al volante si se acerca a ella o si presiona de algún modo algún sistema mecánico del coche. También puede molestar al resto de conductores si realiza acciones como, por ejemplo, asomar la cabeza por la ventanilla.
Al igual que las personas que vayan en el coche, ciertas mascotas — sobre todo si no tienen la costumbre de viajar — se pueden marear en el trayecto. Sería necesario prever este tipo de situaciones antes de comenzar un viaje.
Es importante realizar paradas para que la mascota pueda hacer sus necesidades y beba agua para evitar la deshidratación. Y, si es posible, situarla en el coche en alguna zona de sombra y con ventilación para prevenir los golpes de calor.