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Practicando deporte

El ejercicio físico provoca cambios positivos en el cerebro

Para llevar a cabo esta investigación, los autores recurrieron a primates no humanos

Un estudio realizado con primates sugiere que el ejercicio físico realizado de forma continuada consigue incrementar el flujo sanguíneo que recibe el cerebro y permite que quien lo realiza esté mentalmente más activo. La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Oregón, en Estados Unidos, sugiere nuevos motivos para incrementar la actividad física.

“Aunque ya sabíamos que el ejercicio es bueno para el corazón y reduce la incidencia de la obesidad, este estudio demuestra que también provoca cambios físicos en el cerebro”, señala Judy Cameron, directora del trabajo, que ha sido presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Neurociencia.

“Además, creemos que los resultados prueban que el deporte estimula la actividad mental, lo que proporciona un motivo más para recomendar la realización de ejercicio de forma regular, sobre todo entre los mayores que empiezan a experimentar algún tipo de declive cognitivo”.

Haciendo deporte
El deporte estimula la actividad mental | Getty Images

Para llevar a cabo esta investigación, los autores recurrieron a primates no humanos, ya que esta era la única manera de descartar el impacto de otros factores como el tabaco, la obesidad o el consumo de bebidas alcohólicas. En total participaron 24 primates, que fueron divididos en tres grupos.

Los miembros del primero corrían unas distancias fijas en cintas andadoras durante cinco días a la semana a lo largo de cinco meses. Los del segundo hacían la misma actividad física, pero luego permanecían un tiempo sedentarios y en el tercer grupo no se hacía ningún tipo de ejercicio.

“En el cerebro de aquellos monos que corrían observamos un mayor volumen de capilares (pequeños vasos sanguíneos) que entre los que no hacían ejercicio. Los cambios se notaron más en los animales más viejos y que estaban menos en forma al iniciar el estudio”, apunta Cameron. “El siguiente paso de la investigación era determinar si la actividad física tenía algún impacto en la función cognitiva o en el humor. Para ello utilizamos distintos tipos de tests”.

Los resultados mostraron que, aunque todos los animales obtuvieron puntuaciones muy similares en las pruebas, los que formaban parte del grupo físicamente activo estaban más despiertos y alerta y su agilidad mental era mayor.