Mucho se está hablando de un estudio que versa sobre cómo se distribuyó ese descuento que ofreció el Gobierno a los usuarios de las gasolineras españolas. Y es que en dicho estudio se preguntan cuánto dinero han perdido los españoles a cuenta de este subsidio de 0,20 € a los combustibles.
Según este estudio, ha habido negativas consecuencias de su aplicación y de su posterior eliminación al final de 2022 para los consumidores. Sus autores denuncian que las petroleras elevaron el precio del diésel casi seis céntimos por litro, además de inflar sus beneficios en contra de los consumidores.
Este estudio pone de manifiesto el coste total de esta bonificación del Gobierno para las arcas públicas entre los meses de abril y diciembre del pasado año.
Estamos hablando de unos 4.233 millones de euros y el 17 % se lo habrían quedado las petroleras. Nos referimos a 723 millones de euros, una cantidad nada despreciable.
Por si fuera poco, el 4,8 % de este dinero, en torno a unos 202 millones de euros, volvió al Estado en forma de IVA.
En el estudio han participado Juan Luis Jiménez, José Manuel Cazorla Artiles y Jordi Perdiguero, profesores de la Universidad de Las Palmas y la Autónoma de Barcelona. Dejan claro que los consumidores llegaron a pagar el litro de diésel hasta 5,95 céntimos de euro más caro cuando estuvo en vigor este descuento.
Si hablamos de la Gasolina 95, esta medida que surgió para paliar la crisis energética y la subida de precios no tuvo efecto alguno en los precios finales.
Y si hablamos del diesel, aquellos 0,20 euros por litro de descuento a los consumidores tan solo se habrían visto beneficiados de 14. Hasta 4,7 se lo quedaron las petroleras y 1,3 fue destinado a impuestos.
Expone Jiménez que para la elaboración de esta investigación "compararon los precios medios semanales de la Gasolina 95 y diésel. Tanto antes como después de impuestos, desde la primera semana de enero de 2022 hasta la tercera de febrero de 2023".
A su vez, se toma en consideración la cotización semanal media del barril de Brent y tras aplicar el cambio euro-dólar.
"Este periodo temporal nos permite tener información tanto del periodo previo a la introducción del subsidio como durante la aplicación de este y su posterior eliminación", indica.
Para comparar esas consecuencias de la ayuda del Gobierno, los investigadores del estudio compararon los precios en España con los países que no aplicaron ningún tipo de descuento. Hablamos de Austria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania y Eslovaquia.
El caso es que ya en 2023 han visto que los precios finales de los combustibles son estadísticamente similares al periodo previo al subsidio. Sobre el diésel, los precios bajaron por la eliminación del subsidio.
Como no todo es negativo, en la parte positiva, los expertos ven que "posiblemente redujo algunas décimas el IPC. Y aumentó los ingresos públicos porque el aumento del precio supuso una mayor recaudación del IVA".
Y sobre las contras, "puede haber generado mayor consumo y, por tanto, más contaminación, aparte de que se beneficiaron de ese descuento las rentas más elevadas".
Fue una medida de política económica que, aunque puede ser parcialmente efectiva en la contención del IPC, tiene un destacable coste económico y un impacto redistributivo nada trivial, apunta Jiménez.
Para medidas próximas, este experto sostiene que sería necesario "evaluar mecanismos alternativos igual o más eficaces en la contención del IPC", y que acarreen menos coste a la gente.