Copiar es tan antiguo como la propia enseñanza. A lo largo de los años los métodos y las estrategias para copiar han ido evolucionando y se han perfeccionado hasta límites insospechados. A pesar de todo, los profesores están cada vez mejor prevenidos, y no siempre funciona. Aun así, los alumnos siempre se las ingenian para inventarse nuevos métodos y evitar ser pillados.
A continuación mencionamos algunas de las técnicas más utilizadas por los alumnos para que no te pillen por sorpresa y consigan engañarte.
Las manos y antebrazos, por dentro del escote, en los muslos por debajo de la falda… Existen muchas partes del cuerpo donde colocar disimuladamente una chuleta, en algunas de las cuales nunca miraría un profesor. En cualquier caso, si un alumno mira repetidamente alguna de estas partes del cuerpo podría estar copiando, por lo que hay que estar atento.
Una de las desventajas de usar, por ejemplo, las manos o el antebrazo como lugar donde escribir tus chuletas es que al sudar, la letra se puede borrar. Por esta razón, muchos optan por la forma clásica y escriben sus chuletas en papel. Obviamente este tiene que ser pequeño, ya que sino sería más fácil de ver para el profesor. Ante tal dificultad, lo que puede hacer el profesor es, igual que en el anterior punto, comprobar que el alumno no mira al mismo punto varias veces de forma sospechosa. Otra cosa que también puede funcionar es caminar a lo largo de la clase, ya que así se tiene una mejor visión y los alumnos están más nerviosos.
Viva la tecnología, gracias a la cual los nuevos millennials pueden disfrutar de nuevas y avanzadas tácticas para copiar sin ser detectado. Smartwatches, dispositivos móviles, audífonos y pinganillos en miniatura… Hay que tener cuidado con eso.
Arriba hemos mencionado las chuletas en miniatura, pues bien, uno de los mejores sitios donde guardar estos papelitos son los bolígrafos. Tinta transparente, bolígrafos con la superficie rallada, papeles enrollados en su interior…Hay que estar siempre atento a cualquier cosa rara que se observe en un bolígrafo.
Este truco es solamente para los más creativos y los más fans del diseño gráfico. Pero funciona, vaya si funciona. Algunos alumnos substituyen las etiquetas, sobre todo de botellas de agua, por sus chuletas. Para evitar esto, lo mejor que se puede hacer es pedir que los alumnos que quieran traer sus botellas de agua lo hagan quitándole las etiquetas.