Cada estación del año no hay fruta que no nos acompañe, y debe ser un habitual en nuestra mesa, ya que nos aporta una cantidad de beneficios que debemos tener presentes en todo momento. Por ello, nos vamos a centrar en las frutas más habituales del otoño.
Es importante tener presente que cada estación nos brinda una serie de frutas con todas sus características y con los nutrientes necesarios para nuestro cuerpo en cada momento.
En otoño e invierno nuestro cuerpo necesita un aumento extra de vitaminas, para reforzar nuestro sistema inmunológico ante las inclemencias del tiempo propio de la estación. Es una época de resfriados y por ello es necesario que recarguemos los depósitos de nuestro cuerpo con la ayuda de frutas.
Estas son las 4 variedades que no deben faltar en nuestra mesa en esta época del año:
La naranja es una fruta estrella de esta época del año, ya que madura en otoño, llegando hasta bien entrada la primavera. Pertenece a la familia de los cítricos y aporta grandes cantidades de vitamina C que nos ayudará a reforzar las defensas y mejorar nuestro estado cuando aparece un resfriado. Es un antioxidante perfecto para el organismo, ya que ayuda a nuestras células a mantenerse en mejor estado.
Posee una buena función digestiva además de su poder regulador del mecanismo de quema de grasas del organismo. Junto a ello, cabe destacar el alto aporte de fibra que nos ofrecen y que nos ayudará a mantener el organismo en perfectas condiciones. Además, es un aliado del hígado, ya que mejora la función depurativa del mismo.
La mandarina es otra variedad cítrica de esta época del año con unos beneficios similares a los de la naranja. Su alto contenido en vitamina C y vitamina A, son imprescindibles para conseguir una perfecta salud. A esto hay que sumar su alto aporte en potasio y magnesio, imprescindibles ambos en los tejidos que conforman el organismo del ser humano.
Por lo que debemos destacar esta fruta es por su alto aporte de vitaminas como son la C, las del grupo B y sobre todo el ácido fólico. Todos ellos, son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y la correcta protección celular.
En estudios realizados sobre los beneficios de las uvas, los investigadores reportan que las uvas son productos “claramente identificados” por tener el potencial de influenciar positivamente y hasta pueden ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedades que afectan a las células nerviosas en el cerebro, declive cognitivo relacionado con la edad, enfermedad del Alzheimer y diabetes, con posibles beneficios para la salud oral, función inmune y actividad antiviral también.
Los estudios atribuyen esto al contenido de antioxidantes y flavonoides en las uvas, y a su habilidad para aumentar la producción de óxido nitroso.
Es un alimento que tenemos desde finales de agosto hasta febrero. Entre sus propiedades está su bajo aporte calórico, por lo que es un alimento que nos ayudará a saciarnos sin aportarnos muchas calorías. La manzana contiene una sustancia conocida como pectina, que al entrar en contacto con el agua forma una sustancia gelatinosa que nos mantendrá saciados. Además, contiene una cantidad significativa de fibra que puede ayudar a prevenir la absorción del colesterol LDL (colesterol malo).
Por último, es importante recordar que las manzanas son uno de los alimentos más sensibles a la contaminación de pesticidas, así que es recomendable comprar manzanas orgánicas.