Existe la creencia de que la grasa es perjudicial para nuestro organismo. En cierta medida, esta afirmación es verdadera, ya que, por ejemplo, las grasas saturadas son muy malas para nuestro cuerpo. No obstante, no todas las grasas son perjudiciales y además son necesaria para nuestro organismo. Por ejemplo, ¿sabías que nuestro cerebro necesita mucha grasa? Eso sí, grasa de la buena.
Seguro que si no sabes cuál es la macromolécula más presente en el cerebro y te cuentan que se trata de las grasas, te sorprendería. Pues bien, el 60% de nuestra estructura cerebral son grasas, es más, algunas de ellas solo podemos conseguirlas al consumir alimentos que las contengan.
Sabemos por estudios paleoantropológicos que la dieta del Homo Sapiens estuvo detrás del desarrollo posterior del cerebro, y en la forma en la que este órgano se nos ha configurado. Se sabe que el Homo Sapiens, nuestra especie antepasada, se vio empujado hacia la costa por otras especies en la lucha por la supervivencia, y tuvo que desarrollar estrategias para crecer en un medio costero.
Y una de las grandes ventajas de vivir próximo a la costa, es la accesibilidad a toda una variedad de alimentos de origen marino. De este modo, estos alimentos se convirtieron en nutrientes básicos desde el mismo inicio de nuestro camino evolutivo.
Alimentos, todos ellos, que no solo nos salvaron la vida entonces (gracias al aporte energético que nos ofrecieron y nos siguen ofreciendo), sino que además nos regalaron y nos dan todavía, todo un abanico de sustancias específicas que explican el desarrollo espectacular del cerebro en el actual ser humano, desde aquel Homo Sapiens.
Así, a día de hoy, sabemos que el desarrollo y el mantenimiento de la función cerebral, es dependiente de sustancias como el yodo, el selenio, el zinc, el hierro, la tiroxina o los ácidos grasos Omega 3 (DHA y EPA) y Omega 6 (Ácido Araquidónico), todos ellos muy abundantes en los alimentos procedentes del mar.
Entonces, ¿Qué alimentos deberíamos consumir para tener una buena función cerebral, y beneficiarnos de su contenido en grasas dependientes de la nutrición?:
Por un lado, todos aquellos que contengan muchas grasas Omega 3, que las encontramos, por ejemplo, en:
- Moluscos
- Crustáceos
- Pescados como el salmón, bonito, atún, caballa, chicharro, melva, pez limón, sardina, boquerón y resto de pescados azules
- Nueces
Por otro, todos aquellos alimentos que nos aporten las grasas Omega 6 (Ácido Araquidónico), por ejemplo:
- Huevo
- Aves
- Ternera
- Pescados como la merluza, pescadilla, lubina, bacalao, dorada, mero, besugo, rape y resto de pescados blancos
Y sabiendo ya lo que debemos comer para conseguir ese aporte de grasa saludable que necesita nuestro cerebro, debemos buscar en la medida de lo posible, alimentos de procedencia natural y/o ecológica; los alimentos de procedencia ecológica, o de animales criados en el campo de la forma más natural posible, garantizan la cantidad y calidad de esos nutrientes que, en productos industriales o de crianza intensiva disminuyen sustancialmente.