Una de las pruebas más temidas por los conductores es tener que pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Muchos conductores temen no superar esta prueba, pero hay una que les preocupa más que el resto: la prueba de los gases.
Te mostramos a continuación una guía con los mejores trucos para poder superar la prueba de los gases sin mayores problemas.
Antes de nada, debemos saber que el control de contaminación de la ITV es distinto para los coches diésel que para los coches gasolina. Si tu coche es gasolina, tiene que realizar la prueba de gases, en la que se mide el monóxido de carbono.
NUEVO Y GRATIS: ¡Las horas más baratas de la luz, ahora en tu WhatsApp! Planifica tus lavadoras, la plancha y el horno para ahorrar. ¡Pincha aquí ahora!
Para aquellos que no lo sepan, este gas es consecuencia del proceso de combustión, pero, en ocasiones, puede haber una mayor cantidad.
En los vehículos de diésel, se les hace la prueba de opacidad para comprobar el nivel de humo que sale del tubo de escape. Los coches fabricados hace unos años y de nueva fabricación han reducido hasta en un 86% las emisiones de óxidos de nitrógeno.
Por otro lado, han reducido un 99% la emisión de partículas de dióxido de carbono, si lo comparamos con un coche de más de 15 años.
La normativa de las emisiones son cada vez más estrictas. La normativa de emisiones ha ido adoptando diferentes modelos. Te explicamos a continuación algunas de sus normas:
- Norma Euro 6d-TEMP-EVAP-ISC: Controles evaporativos (EVAP) + controles de emisiones a coches en circulación (ISC)
- Euro 6d-ISC: Controles de emisiones a coches en circulación (ISC)
- Norma Euro 6d-ISC-FCM: Controles de emisiones a coches en circulación (ISC) + Supervisión del consumo de combustible (FCM)
Para aquellos más despistados, la norma EURO limita esencialmente las emisiones de cuatro contaminantes potencialmente peligrosos para la salud. Estos son los óxidos de nitrógeno (NOX), hidrocarburos (HC) y el monóxido de carbono (CO).
Por último, se encuentran las partículas que no se queman completamente en la combustión (PM). Esta norma se aplica a todos los vehículos, da igual el tipo que sea. Pueden ser automóviles, motos, camiones, tractores y máquinas similares o autobuses.
En la prueba que te harán en tu próxima revisión de la ITV, el técnico introducirá una sonda a través del tubo de escape.
A continuación, te pedirá que mantengas el motor a unas 2500 revoluciones por minuto durante unos 30 segundos. Durante este transcurso de tiempo, una máquina irá recopilando los datos de las emisiones del vehículo.
Antes de entrar a la revisión de nuestro vehículo, podemos hacer un trayecto de unos 15 o 20 minutos a marchas cortas. Con este simple truco, lo que estás consiguiendo es que aumente la cantidad de combustible que se inyecta a los cilindros. También ayuda a que el sistema tome más temperatura y se genere un mayor flujo de gases.
Tras esto, conseguirás limpiar los filtros y los conductos del coche y retirar los residuos y la carbonilla.
Los técnicos del taller quizás no lo permitan, pero si puedes enciende todos los sistemas eléctricos durante la prueba. Puedes encender el climatizador, la radio o las luces del vehículo. Mientras más acciones, mejor.
Con este simple truco, estaremos forzando el alternador, que es el componente que se encarga de generar electricidad en el vehículo.
En el mercado, existen varios productos que están específicamente formulados para limpiar los inyectores, mejorar el rendimiento del motor y reducir los gases de escape.