Todos hemos ido al colegio o al instituto y hemos pasado por las diferentes fases que pasan casi todos los estudiantes. Sin duda, una de ellas es la fase de las excusas, sobre todo cuando somos más pequeños y todavía vamos al colegio o durante los primeros años de instituto. Ahora que ya estamos un poco más creciditos, no solemos utilizar excusas tan inocentes (echar balones fuera lo seguimos haciendo toda la vida) como cuando íbamos al colegio.
Vivas donde vivas, sea cual sea el colegio en el que hayas estudiado, estamos seguros de que has tenido que escuchar alguna vez alguna de estas frases pronunciadas tanto por profesores como alumnos. Unas frases que ya forman parte de la idiosincrasia de la educación.
Una de las excusas más típicas y famosas, basada en la incapacidad para aceptar las responsabilidades que tiene uno mismo en sus resultados escolares. Es la típica excusa que ni tú mismo te creías, ¿Cómo entonces se la iban a creer tus padres?
Un clásico. Lo malo de esta excusa es que ya está tan usada que ya no hay quien se la crea (si es que alguna vez fue una excusa efectiva). El día que sea verdad, me da a mí que alguien se va a quedar con un cero, y con un buen cabreo con su mascota.
Al igual que las madres, los profesores también deben acudir a algún lugar donde les inyectan una serie de frases que todos repiten como papagayos. Esta es una de ellas, destinada a evitar las risillas.
En este caso, es una frase usada por profesores en colegios e institutos. Se trata de una amenaza totalmente vacía, pues la perspectiva de quedarse encerrado con sus alumnos en su tiempo libre no le conviene tampoco al profesor. Finalmente si el culpable no salía, el profesor solía remendarlo con otra frase típica. “Como no sale el culpable, mañana habrá examen”.
Esta era la típica excusa que usabas cuando alguien te pedía algo y tú no querías dejárselo. “¿Me das una gominola?” Mi madre no me deja. “¿Me prestas un lápiz?” Mi padre no me deja. Los que usaban esta excusa solían ser los mismos que decidían cuándo se acababa el partido porque el balón era suyo.
Esta es una de las más graciosas. No es que el libro no lo traiga, amigo, es que tú aún no lo has abierto por esa página. Puede que los que usan esta frase no sean grandes estudiantes, pero tienen imaginación y una cara bastante dura, importante para triunfar en la vida.
Frase usada por los profesores que no son capaces de hacerse respetar por su clase y que no consiguen ir al día con el temario y, por tanto, tienen que echarle la culpa íntegramente a los alumnos e hipotecar su futuro poniéndoles un examen con conceptos que ni siquiera han explicado.