Se denomina startup a una empresa de nueva creación, cuyos principales valores son la juventud y el talento de sus profesionales y sus innovadoras ideas y modelos de negocio.
Cada vez más jóvenes profesionales se lanzan a la aventura de crear una startup. Sin lugar a dudas es un paso arriesgado que debe ser muy meditado y estudiado. No obstante, también supone una puerta abierta al éxito, un motivo de ilusión. Y es que pocas cosas puede haber más bonitas que triunfar profesionalmente en lo que a uno le gusta, y más aún si la empresa es de creación propia.
El éxito de una startup depende de numerosos factores: desde su emplazamiento, hasta la implicación y valía de los profesionales, pasando por la competencia o, incluso, la suerte. Si bien hay variables que no siempre se pueden controlar, sí hay muchos otros factores que pueden ayudar a llevar una startup al éxito y que dependen exclusivamente de ti. Por ejemplo, los que te mostramos a continuación.
Lo más importante antes de crear un negocio es tener una idea, un objetivo. Y después, hay que pensar en cómo queremos llegar a ese objetivo, y si resulta factible teniendo en cuenta los medios con los que vamos a contar, el mercado y la competencia. Salir con un producto indefinido o que no aporta valor añadido, en un mercado saturado o dominado ya por grandes marcas solo puede suponer una cosa: el fracaso.
Aquí muchos os podréis extrañar, ya que una de las principales preocupaciones de una startup es conseguir financiación de algún inversor para poder arrancar el negocio. Pero, ¿y si lográramos un modelo de negocio autosuficiente desde el principio? Por ejemplo, conseguir los clientes antes de comenzar la distribución, invertir las ganancias de otro negocio, repartir participaciones entre los clientes, etc. Si tu financiación depende de un único inversor principal, si pierdes su confianza la situación sería dramática.
El talento, la juventud y las ganas de “comerse el mundo” son importantes, pero también lo es la experiencia y el saber estar en los momentos difíciles. Está demostrado que, con un buen Team Building, las empresas que mejores resultados obtienen son aquellas que tienen un equipo de trabajo multigeneracional. Además, es indispensable contar con personal cualificado y, sobre todo, versátil, ya que debes tener en cuenta que durante los primeros pasos de un negocio es normal que existan cambios constantes para reajustar la idea al mercado.
Hoy en día existen nuevas formas de trabajar que permiten ahorrar dinero y conocer otros profesionales, como por ejemplo el coworking, que implica compartir el mismo espacio de trabajo y equipos con otras startups. Muchas empresas de nueva creación también optan por organizaciones en las que no existen las jerarquías y en las que cada profesional decide sus horas de trabajo e incluso sus períodos de vacaciones. A cambio, por supuesto, de cumplir unos objetivos.
Hoy en día no se puede concebir una empresa de nueva creación sin trazar un plan de marketing, tanto offline como online. Principalmente este último medio, a través de internet, nos ofrece múltiples posibilidades para llegar a los clientes. Páginas web, tiendas online, anuncios en sites, blogs asociados, marketing en redes sociales, email marketing… las posibilidades para impactar al cliente y dar a conocer la marca son múltiples, e incluso hay estrategias que lo engloban todo, caso del Inbound Marketing.
Hay algunas startups que, sobre todo cuando empiezan a tener algo de éxito o rentabilidad, comienzan a difuminar sus metas y objetivos de negocio e invierten demasiado en nuevos productos, servicios o tecnologías, que les separan del camino inicial marcado y les hace perder parte de las señas de identidad que ya habían creado. Por eso, la austeridad y no perder de vista los objetivos principales es básico durante los primeros pasos de tu negocio. No hace falta derrochar y pensar a lo grande a las primeras de cambio, solo porque hayamos obtenido un éxito inicial que invita al optimismo.
Hoy en día muchas startups apuestan por la externalización de servicios a empresas o profesionales autónomos, lo cual ofrece ciertas ventajas. Por un lado, contarás con profesionales especializados que te ayudarán en aquellos ámbitos de la empresa en los que no cuentas con personal o infraestructuras. Además, no te será necesario tener más empleados en nómina, y puedes externalizar los servicios que quieras, cuando quieras y con el profesional que quieras.