Cada vez es mayor el número de especialistas médicos que recomiendan no tomar ningún tipo de medicamento sin el debido consejo y supervisión médica, sobre todo si el fármaco escogido requiere prescripción médica, aun cuando ya lo tengamos en casa de cuando lo consumimos en una ocasión anterior.
Precisamente, y sobre el consumo de fármacos diversos, es habitual que nos surjan dudas relacionadas con los conocidos como medicamentos genéricos. Por ejemplo, ¿Qué son exactamente? ¿Son más o menos eficaces en comparación con los medicamentos de marca? Te desvelamos estas y otras dudas que puedas tener en este artículo.
En palabras de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), básicamente podríamos definir a un medicamento genérico como “aquel que presenta la misma composición cualitativa y cuantitativa en principios activos y la misma forma farmacéutica que un medicamento original y que ha demostrado bioequivalencia con dicho medicamento original o de referencia”.
Dicho de otra forma, un medicamento genérico es un fármaco que posee el nombre de la sustancia o principio activo que lo compone, presentando además la misma composición tanto cualitativa como cuantitativa en el principio activo, en comparación con el medicamento original (o de marca).
De hecho, de acuerdo a la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios de julio 2006 (LGURMPS), un medicamento genérico es “todo medicamento que tenga la misma composición cualitativa y cuantitativa en principios activos y la misma forma farmacéutica, y cuya bioequivalencia con el medicamento de referencia haya sido demostrada por estudios adecuados de biodisponibilidad".
Y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un medicamento genérico es aquel producto que se vende bajo la denominación del principio activo que posee, bioequivalente a la marca original -es decir, igual tanto en composición como en forma farmacéutica.
La única diferencia con el medicamento de marca es el nombre, ya que mientras el fármaco original es popularmente conocido con la denominación de marca, el medicamento genérico recibe el nombre del principio activo o sustancia principal que la compone. Así es posible identificarlo más fácilmente por parte del consumidor.
Estos medicamentos tienden a comercializarse a partir del momento en el que la patente del fármaco original ha caducado, luego de haber sido autorizado por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
No obstante, dependiendo del país en el que nos encontremos podemos distinguir una serie de diferencias básicas:
España: se incorpora el acrónimo “EFG” (“Equivalente Farmacéutico Genérico”).
Colombia y otros países de Centroamérica: los medicamentos genéricos suelen identificarse como Medicamento esencial, y en su envase suelen llevar un ribete verde con letras blancas.
Chile: deben llevar una franja amarilla que ayude a identificarlo.
México: se incorporan las siglas GI (“Genérico intercambiable”).
Utilizar medicamentos y fármacos en su versión genérica, en comparación con el de marca u original, ofrece interesantes ventajas al consumidor y/o paciente. Te resumimos las más importantes a continuación:
Poseen la misma calidad que los medicamentos originales, al haber sido sometidos a los mismos procedimientos-controles que el resto de medicamentos.
Siguen siendo cien por cien seguros, al haber sido aprobados y reconocidos por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el propio Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Tienen los mismos efectos que el medicamento original, al contar con el mismo principio activo.
Son más económicos, de manera que el consumidor disfrutará de un cierto ahorro respecto al precio final de venta al público. Así, el ahorro puede suponer hasta un 60% menos en comparación con el precio del medicamento original, debido a que en los medicamentos genéricos ya se encuentra amortizado el coste que ha supuesto su investigación.
Por tanto, el uso de medicamentos genéricos aporta una serie de beneficios y ventajas interesantes al paciente, ya que tienden a pagar menos por el fármaco, pudiendo utilizarlo de forma total y completamente segura, sin riesgos. Todo ello sin que suponga una disminución en su eficacia, calidad y seguridad.
Además, sus ventajas no acaban aquí, ya que contribuyen a la racionalización respecto al gasto público en medicamentos.
Como ocurre con el resto de medicamentos originales o de marca, a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad es quien avala la eficacia del medicamento genérico. Y no solo la eficacia, sino también su calidad y seguridad.
Además, la AEMPS se encarga de evaluar, revisar y autorizar la información técnica que encontramos en las fichas (prospectos) de todos los medicamentos. De esta forma, podemos consultar fácilmente a través del teléfono 902 510 100 o de la página Web http://www.aemps.gob.es si un determinado medicamento genérico se encuentra o no oficialmente aprobado en nuestro país.
Aunque en la actualidad existe una amplísima diversidad de medicamentos genéricos, a continuación te destacamos algunos de los más populares (en cuanto a consumo por parte de la población). En primer lugar listamos el nombre genérico y a continuación la marca original.
Paracetamol (Acetaminofén): Tylenol
Acetilcisteína: Acetadote
Ácido acetilsalicílico: Aspirina
Aciclovir: Zovirax
Salbutamol (albuterol): Ventolin HFA
Alprozolam: Xanax
Amoxicilina: Amoxil, Trimox
Azitromicina: Zithromax
Benazepril: Lotensin
Toxina botulínica: Botox
Budesonida: Rhinocort
Candesartán: Atacand
Cortisol: Cortef
Diazepam: Valium
Diclofenaco: Voltaren
Flurbiprofeno: Ocufen
Hidrocortisona: Cortisol
Ibuprofeno: Algiasdin, Algidrin
Imiquimod: Aldara
Loratadina: Claritin
Lorazepam: Ativan
Naproxeno: Anaprox, Naproxyn
Nicotina: Nicorette
Omeprazol: Prilosec
Como vemos, escoger un medicamento genérico en comparación con uno de marca u original puede ofrecernos interesantes ventajas, especialmente el ahorro que supone en nuestro bolsillo, siendo además cien por cien seguro y efectivo. No obstante, si tienes dudas te aconsejamos consultar a tu farmacéutico de confianza.