Frases como “ay, esto no me gusta”, “¿otra vez lo mismo para comer?” e incluso acciones como andar separando ciertas cosas del plato son situaciones con las que, como padres, seguro que estamos familiarizados. Esas pequeñas batallas que se libran en casa respecto a la comida nos pueden llevar a pensar que la alimentación de los más pequeños y los posibles menús para niños son un tema complicado de llevar, pero nada más lejos de la realidad.
Es cierto que el ritmo frenético que podemos llevar en nuestro día a día puede dificultar la inspiración para saber qué dar de comer a nuestros hijos sin caer en una dieta pobre o repetitiva, así que desde aquí queremos echarte una mano presentándote algunos consejos, ideas y menús para niños que ayuden a enriquecer, facilitar y mejorar la alimentación de los más pequeños de la casa.
Dejando el ejemplo de menú diario para el siguiente apartado, otros factores que son importantes a la hora de enriquecer la alimentación de los más pequeños son ciertos hábitos que facilitan las ideas de comidas, su compra y preparación, además de ser conscientes de la importancia de la variedad de los alimentos y cómo repartirlos durante el día.
La primera clave para asegurar la buena alimentación de los más pequeños de la casa es tener en cuenta que deben realizar al menos 4 comidas al día, sino 5. Estas deben ir repartidas de una manera equilibrada en cuanto a tiempo para que el niño ingiera ciertos nutrientes cada, aproximadamente, tres horas. Esto significa que los horarios de comidas son importantes y que estos deben contar con el desayuno, el almuerzo de media mañana, la comida, la merienda y la cena.
Otro punto importante respecto a los menús para niños es repartir variada y equilibradamente la cantidad de nutrientes que el cuerpo del pequeño necesita para su buen funcionamiento. Por ejemplo, durante el desayuno, es importante que el niño ingiera fruta, además de lácteos y cereales para una alimentación completa a primera hora del día. También es recomendable que tanto en la comida como en la cena haya alimentos del grupo de las verduras, los tubérculos, legumbres, cereales y comestibles con componentes proteicos (sin olvidar un postre de frutas o lácteos).
Cuando hablamos de alimentación no debemos olvidar la hidratación, así que contar con la ingesta de unos dos litros de agua diaria por parte del niño también será fundamental para su salud. Intenta evitar bebidas gaseosas o con alto contenido en azúcares y añade zumos naturales a su dieta.
Tales como la bollería industrial, pasteles, chucherías… Es cierto que de vez en cuando un dulce no hace mal a nadie y los más pequeños lo agradecerán, pero en ocasiones, por falta de ideas o tiempo, añadimos más alimentos azucarados y procesados en los menús para niños.
Una herramienta útil para contar con menús para niños variados y equilibrados es hacer un calendario de comidas. Teniendo en cuenta cada día de la semana, los diferentes momentos de ingesta de alimentos y el reparto de los nutrientes diarios necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo del pequeño, tendrás un instrumento muy útil para vuestras dietas. Por otro lado, ayudará tener este calendario en un sitio visible que te ayude a tener en cuenta qué tienes que preparar cada día y qué deberías comprar para ello.
Tener el calendario de comidas también facilitará tener clara la lista de la compra y la organización respecto a cuándo hacerla. Intenta marcarte uno o dos días a la semana para ir a hacer la compra necesaria para los menús de las jornadas siguientes, así no te encontrarás en la situación de apuro en la que todos nos vemos a menudo de “ay, me falta esto”.
Involucrar a los más pequeños de la casa respecto a la importancia de su alimentación será otro plus que pueda ayudar a los posibles menús para niños. ¿Por qué? Bueno, los pequeños tienen memoria y capacidad suficiente para, por ejemplo, recordarte que “mamá, papá, mañana toca comer legumbres”, así que el hecho de que ellos sean agentes activos en sus dietas os ayudará a todos a llevarlas a cabo sin problema. Puedes explicarle de forma más sería lo importante que es comer bien, pero también puedes hacerlo de una manera más lúdica, a través de juegos, por ejemplo.
Si tus hijos comen en el colegio, ten en cuenta qué comen cada día que va; de esta manera, sabrás cómo complementarlo con las comidas de casa.
Comer en familia, además de fortalecer el vínculo familiar, te ayudará a asegurar que los pequeños de la casa comen todo lo que necesitan, tanto a nivel de cantidad como de calidad. Además, si tienen alguna dificultad con algún alimento o comportamiento a la hora de comer, podrás estar presente para ayudarles a superarlo.
Cuando los niños tomen conciencia de la importancia de su propia alimentación, será necesario que refuerces positivamente aquellos comportamientos y hábitos saludables que tengan respecto a ello; de esta manera conseguimos que sigan mejorando en el cuidado de su propia dieta saludable.
Esta es una de las tantas posibilidades por las que puedes decantarte a la hora de pensar en los menús para niños:
- Un bol de leche con cereales (intentando que no tenga un elevado contenido en azúcares)
- Una manzana
Otra opción es sustituir la manzana por un zumo de naranja y el bol de leche con cereales por unas tostadas de pan de cereales (con jamón cocido, mermelada…) y un yogurt. De esta manera, tendrías también la presencia de lácteos, cereales y fruta que necesitan los peques para arrancar el día con energía.
- Bocadillo o sándwich de queso
- Una pieza de fruta
No podía faltar el clásico bocadillo para la hora del patio, pero es importante acompañarlo con algo de fruta o con un zumo natural.
- Ensalada variada con nueces y queso fresco
- Pasta con pollo y verduras
- Yogurt con frutas
Se trata de una comida rica en proteínas, hidratos de carbono y vitaminas, pero también hay otras opciones como, por ejemplo, un plato de legumbres como un cocido o lentejas estofadas más el postre.
- Pan con aceite, tomate y fiambre de pavo
- Zumo de piña
Un bocadillito a media tarde es otro de los clásicos, pero también puedes optar por unas galletas o una macedonia de frutas.
- Salteado de verduras variadas
- Pescado al horno (acompañado con un poco de pan)
- Fruta
Antes de ir a dormir, si se ha terminado la digestión, pueden tomar un vaso de leche tibia y unas galletas.
Otras opciones de cena que sean ligeras, pero ricas en nutrientes pueden ser una ensalada variada, una tortilla de queso y jamón, pollo a la plancha… Son alimentos ligeros que no entorpecerán el sueño de los pequeños de la casa.
Como ves, lo importante en los menús para niños es la variedad de los alimentos, la ingesta de estos en los diferentes horarios durante el día y el habitual consumo de productos frescos como la fruta, además de beber abundante agua. Una dieta rica y equilibrada dará a los más pequeños esa salud de hierro con la que queremos que cuenten.