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Imagen de presidentes

¿Están “los mercados” destituyendo presidentes? No lo creo…

Los llamados mercados no ponen y quitan presidentes. Es cuestión de endeudamiento y déficits públicos.

Noviembre me vuelve a traer un ejemplo de radiante actualidad para explicar los métodos de financiación de las organizaciones. El año pasado fue Irlanda, y este año es Italia.

Esta semana se ha leído de todo sobre los países del Sur de Europa. Víctimas de “los mercados”, falta de competencia política, los tecnócratas “asaltan” el poder, etc. Los (mal) llamados mercados (supongo se referirán a los poderes económicos) no ponen y quitan presidentes. 

Es cuestión de endeudamiento y déficits públicos. Como comenté por aquí, es lo que pasa cuando te endeudas a corto plazo, esperando obtener ingresos (fiscales) a largo. O tienes una paciencia sacrosanta (de esto ya no tenemos mucho), o es normal que ocurran estas cosas.

En definitiva, que si te gastas más de lo que ingresas, es cuestión de matemáticas que estés en mano de tus acreedores, los que te han dejado dinero prestado. Contra la aritmética no hay política que valga. No se puede legislar contra la Ley de la Gravedad. Da igual quién seas. 

Entonces, ¿No son “los mercados” (ese hombre de paja) los que están destituyendo presidentes de gobierno por los países del Sur? Pues yo diría que no… pondría otros hombres, pero esta vez no son de paja:

- Endeudamiento fuera de control: Tanto en cantidad de € (mucho) como en tiempo (corto plazo)
- Gobiernos atados al €: ¿Puede algún país salir del €? ¿Qué pasaría si aunque sea alguien lo intentara? Yo sigo teniendo mis dudas, pero viendo el panorama...
- Tratado de Maastrich: ¿por qué no se habla de modificarlo y adecuarlo a una nueva coyuntura? Bueno, lo de siempre: quizás en el Sur sí se quiera, pero… ¿Y los del Norte?
- Mercados financieros: sí, no los estoy eximiendo de nada, pero es que estos no hacen más que reaccionar a cosas que ven pasar…

Así que quizás sea buen momento para ver algunas cuestiones relacionadas con titulares salidos en los últimos tiempos.

Nuevos problemas: Italia

Las últimas noticias hablan de Italia, un país del que ya se le ha pasado a denominar “Demasiado grande para caer”. Yo diría algo más: Too big to fail, but, also, too big to bail.

Vamos, que es demasiado grande para caer, pero, ¿Y no para rescatar? 17% del PIB de la Eurozona (la 8ª economía del mundo) frente al 2,5% de Grecia. Así, más o menos nos podemos hacer a la idea de lo que pasará. Hace unos meses, ya hablé sobre los problemas de Italia. Centré mucho del artículo en Silvio, pero Italia tiene más problemas, claro.

Sin embargo, y a diferencia de otros, Italia no es insolvente. Puede que necesite de la ayuda de la UE o el FMI, pero es un país que podrá hacer frente a sus obligaciones de pago. La rentabilidad de sus emisiones de deuda pública deberá bajar del 7% actual. Sobre todo, a sabiendas de que Italia deberá afrontar vencimientos de deuda por valor de 300.000 millones de €.

Así que quizás sea interesante un breve resumen de lo que es Italia. La economía italiana tiene un potencial de crecimiento enorme. Eso vaya por delante. Sin embargo, hay un dipolo claro: Norte-Sur. Si en España se habla de ello, en Bélgica también, y en general en la UE también. 

Imagen del mapa de Italia
La deuda italiana superaba el 100% de su PIB, 40 puntos por encima de la media europea | Getty Images

En Italia el caso es todavía más llamativo. El sur es un agujero continuo (la capacidad de recaudar impuestos es mala), como comenté en el artículo sobre Silvio e Italia, incluso se hacen películas para caricaturizarlo. Es el conocido como Mezzogiorno.

Por contra, el norte tiene un tejido industrial desde los años 60-70 razonablemente competente. Eso, en un país donde la empresa más importante son las Mafias (pudieran representar hasta el 7% del PIB). Sin embargo, la industria Italiana está perdiendo competitividad. 

El paro es teóricamente bajo. Sin embargo, la tasa de ocupación es más baja que la española. ¿Oxímoron? No, esperen. Al final las cifras de la tasa de desempleo, son una estadística, una medición. Y como tal, está sujeta al criterio de medición empleado.

En Italia existe la Cassa Integrazione; esto es, que las empresas mantienen el contrato de trabajadores que no están ejerciendo sus labores mientras el estado paga un subsidio de hasta 720€. Cuando digo que la EPA es muy rigurosa lo digo por cosas como estas. Además, Italia genera menos empleo que España. Su situación a medio plazo es aún más grave.

El principal problema de Italia es que -otra diferencia con el resto de hermanos del Sur- su economía ya presentaba desequilibrios presupuestarios antes de empezar la actual crisis. En 2008, la deuda italiana superaba el 100% de su PIB, 40 puntos por encima de la media europea. La deuda pública de Italia, hoy, es del 127% (cerró 2010 en el 118% del PIB), la 3ª más alta de la OCDE (solo tras Japón y Grecia), y esto no es nada nuevo.

Es difícil argumentar que Italia ha hecho las cosas mal… desde la entrada en el €. De hecho, el comportamiento fiscal de Italia ha sido “ejemplar” en los últimos años. Mientras que la deuda de Alemania sobre el PIB ha aumentado en más de 25%, la de EEUU en 33% y la de Japón un 73%, la de Italia apenas se ha alterado. Sin embargo, estamos hablando de 1.900.000.000.000 €, volumen que alcanzó la deuda pública italiana en junio del 2011, el mayor nivel de toda la zona € en términos absolutos.

El déficit público, sin embargo, no es muy alto, 4,6% del PIB. Con un poco de crecimiento económico bastaría. ¿Problema? En los últimos 16 años, solo ha logrado crecer por encima del 2% en 2006. Y de nuevo, tampoco es cosa de ahora, es cuestión de décadas. Sin embargo, lo que sí comparten Italia y España es una economía estancada con un considerable Estado del Bienestar. Así, y teniendo ambos una estructura demográfica con malas perspectivas, quizás es que “los mercados” crean que Italia tiene esos problemas.

Cuando la obsesión de Italia debiera ser la de reducir deudas, la coyuntura económica pide lo contrario. Sucedió en Japón en los años 90 y ahora ocurre en Occidente: es lo que los economistas llaman recesión de balance. No le espera un panorama fácil a Italia.

Además, está muy mal gobernado. No es cosa de ahora, es cosa de los años. Necesita estabilidad política. Hasta 2001, y desde la Segunda Guerra Mundial, ningún gobierno había superado los tres años. Una agitada historia política de carácter inestable hace que los parlamentos en Italia duren dos telediarios. 

Silvio Berlusconi
Con Berlusconi al mando parece difícil revertir la situación | Europapress

¿Esto es lo que quiere transmitir Italia a los mercados? De hecho, hace poco leí un artículo en el que hablaban sobre un estudio empírico sobre el impacto de la política y las noticias aledañas en la prima de riesgo. Más claro, agua. Los problemas, como en España, son estructurales de la economía. Es el único país de la UE que supera a España en tener un modelo económico basado en PYMEs. Estas reformas estructurales se arreglan por la vía política. Pero con gobernantes como Berlusconi, es difícil hacerlo.

Italia necesita reformar muchas cosas: reforma fiscal, reforma laboral (incluido algo para los jóvenes, que sufren tanto como en España para encontrar empleo -estable-), una nueva ley electoral, reformas para el crecimiento económico, reformas para incrementar la competitividad (la productividad es realmente baja), liberalizar sectores de actividad, abandonar las farmacias familiares, etc.

Quiénes son los que llegan ahora

En Grecia e Italia se produce una ‘transición tecnocrática’. Lucas Papademos, nuevo primer ministro griego en sustitución de Yorgos Papandreu. Economista y exvicepresidente del BCE entre 2002 y 2008 (bajo las órdenes de Jean-Claude Trichet). 

Venía de ser gobernador del Banco de Grecia, de 1994 a 2002, posición desde la que trabajó en hacer viable la economía griega para que pudiera unirse a la eurozona (se logró en 2002). Según se lee por ahí, rechaza las críticas por no haber anunciado los problemas de los presupuestos griegos durante la carrera para unirse a la zona euro.

Mario Monti, otro economista, sustituirá a Silvio Berlusconi como primer ministro de Italia. De 1994 a 1999 fue Comisario Europeo de mercado interior y desde 1999 a 2004, Comisario de Competencia. En 2005, Goldman Sachs lo fichó como asesor. Muchos recuerdan estos días que fue el banco que diseñó el plan de ingeniería financiera que permitió a Grecia entrar en el Euro. Aquí trabajó con Mario Draghi, directivo de dicho banco de inversión entre 2002 y 2006. También pertenece al consejo asesor de Coca-Cola. Por cierto, nuevos primeros ministros que no son elegidos a dedo, ya que tienen que ser parlamentariamente nombrados. 

¿Cómo reacciona la UE?


Los temores circundan alrededor de si los gobiernos de Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia serán capaces de devolver 3.000.000.000.000 de € a los bancos europeos, que son dueños de sus deudas. Si hay bancos en problemas, se socava la confianza y el crédito. Los temores de que los gobiernos serán incapaces de pagar sus deudas, debilita aún más a los bancos. Un problema en espiral. Se ha escrito ya mucho sobre el catastrofismo de la UE, así que no tengo mucho que añadir.

Ayer salía una noticia sobre a ver qué pasaría si los países de la EU cancelaran la deuda entre ellos. Como mensaje está bien; pero el rigor es bajo. Este análisis no incluye plazos de vencimiento (que entiendo no coincidirán), ni intereses, ni las instituciones involucradas. Además, ¿Es deuda pública o privada? Deudores y los acreedores no tienen por qué coincidir. Lo que debe el estado español no es al estado alemán, sino a bancos, fondos y particulares alemanes.