La escasez de cajeros automáticos en pueblos es un problema que afecta a muchas comunidades rurales españolas. La falta de acceso a servicios bancarios y financieros básicos puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas que viven en estas áreas.
Existen varias razones por las cuales puede haber una falta de cajeros automáticos en los pueblos. En algunos casos, las empresas bancarias pueden considerar que no haya suficiente demanda para justificar la instalación de un cajero automático en un área rural.
En otros casos, los costos de instalación y mantenimiento pueden ser prohibitivos para las empresas bancarias. Sin embargo, la falta de cajeros automáticos no necesariamente significa que no haya opciones para acceder a servicios bancarios en estas áreas.
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La Federación Española de Farmacéuticos Comerciales (FEFE), junto con la colaboración de TOPII, han firmado un convenio para poner solución a la falta de cajeros automáticos en muchas comunidades rurales españolas.
El acuerdo permite que 22 000 farmacias españolas puedan ofrecer dinero en efectivo en las tiendas. De este modo, TOPII podrá así ampliar sus servicios en el sector farmacéutico en un total de 5300 municipios. Lo que supone dar cobertura al 99% de la población española.
La medida tiene como objetivo llenar el vacío bancario donde muchas de las regiones menos pobladas de España no tienen sucursales ni cajeros automáticos.
El servicio tendrá como principales beneficiarios a los colectivos más vulnerables, como las personas mayores con movilidad reducida. Las cuales no pueden viajar ni vivir en lo que se ha denominado la España vacía.
En esta era digital, el efectivo, con todos sus inconvenientes, siempre es útil sin conexión a Internet.
La circulación de efectivo entre particulares, no incluida en el impuesto nacional de circulación, no tiene mucho coste salvo la adquisición inicial. Mientras que el uso exclusivo de tarjetas bancarias tiene un coste en cada paso.
Delante del acuerdo entre la Federación Española de Farmacéuticos Comerciales (FEFE) y TOPII, cualquiera puede decidir unirse o no unirse, como mejor le parezca.
El uso del dinero en efectivo ha disminuido en muchos países en los últimos años, y hay varias razones para ello. Una de las principales es la creciente popularidad de los pagos digitales y móviles. Los cuales permiten a las personas pagar por bienes y servicios utilizando sus teléfonos inteligentes o dispositivos móviles.
Además, muchas empresas y organizaciones están fomentando el uso de pagos sin contacto, como las tarjetas de crédito o débito. Todo con la finalidad de reducir el contacto físico. Sobre todo, desde que la pandemia de COVID-19 se introdujo en nuestras vidas.
Otra razón para la disminución del uso del efectivo es la creciente preocupación por la seguridad. El efectivo es más susceptible a robos y fraudes que los pagos electrónicos. Lo que puede ser una preocupación para los consumidores y las empresas.
El uso de efectivo puede ser más costoso para las empresas. Ya que deben contar con medidas de seguridad adicionales para proteger el dinero. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el efectivo sigue siendo una forma importante de pago en muchas partes del mundo.
Especialmente en países en desarrollo donde el acceso a tecnología financiera avanzada puede ser limitado. Por lo tanto, aunque el uso del efectivo puede estar disminuyendo en algunas áreas, es poco probable que desaparezca por completo en el corto plazo.
En resumen, aunque los pagos electrónicos son cada vez más comunes, llevar efectivo encima sigue siendo importante por razones de accesibilidad, control de gastos, emergencias y privacidad.