El peso inadecuado puede tener consecuencias negativas en la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres. Se calcula que aproximadamente un 12% de los casos de parejas que sufren de infertilidad están directamente relacionados con problemas de peso, tanto por exceso como por defecto, pero no todo el mundo conoce la influencia que puede tener este factor en nuestras posibilidades de quedarnos embarazadas.
Es por esto que en este artículo profundizaremos más sobre la manera como influye el peso en la fertilidad y también hablaremos sobre cómo puede afectar la obesidad en el embarazo.
El peso influye en la fertilidad tanto de hombres como de mujeres, aunque de maneras diferentes. Veamos de qué manera nos puede afectar:
Las mujeres pueden tener problemas de fertilidad cuando el peso es inadecuado, ya que hay una desestabilización de las hormonas que regulan las menstruaciones.
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Los hombres también pueden verse afectados en el recuento de espermatozoides y su actividad cuando el peso no es adecuado.
Sobrepeso. La obesidad severa en hombres puede alterar la fertilidad por los desequilibrios en la regulación de las hormonas encargadas de la producción de esperma. Además, hay que tener en cuenta que los hombres tienden a concentrar peso extra alrededor de su abdomen y genitales. Esto hace aumentar la temperatura y a su vez afectar la producción de esperma en los testículos, que necesitan de una temperatura más baja para funcionar correctamente.
Bajo peso. El bajo peso en los hombres parece afectar también en el recuento de espermatozoides y su actividad, aunque hay menos estudios respecto los motivos por los que sucede esto.
La mayoría de los especialistas utilizan el Índice de Masa Corporal (IMC) para calcular el rango de peso ideal de una persona. Es muy sencillo calcularlo y puedes encontrar multitud de páginas web en internet que te hacen el cálculo de manera automática, pero en caso de que quieras hacer el cálculo tú mismo, te explicamos cómo hacerlo.
Para encontrar el IMC debemos dividir nuestro peso en kilos por el cuadrado de nuestra altura en metros. Por ejemplo, vamos a suponer que una mujer mide 1,60 m y pesa 60 kilos. Lo que tendríamos que hacer es multiplicar 1,60 x 1,60 y dividir 60 por el resultado. Esto nos daría 23,44, pero ¿cómo sabemos si nuestro IMC es correcto? Según la OMS, un peso normal estaría en un IMC de entre 18,5 y 24,9, siendo por tanto un IMC por debajo de 18,5 bajo peso y por encima de 25, sobrepeso.
Hay que tener en cuenta que el IMC no tiene por qué ser fiable al 100%, ya que varía mucho dependiendo de la constitución de una persona, así como el nivel de ejercicio físico que se haga, ya que la grasa y el músculo pesan diferente.
El sobrepeso y la obesidad, además de provocar problemas de fertilidad, también son factores de riesgo durante el embarazo que pueden provocar complicaciones. Estas complicaciones pueden afectar tanto a la mujer embarazada como al bebé.
Cuanto mayor sea el sobrepeso, mayor será la probabilidad de sufrir algunas de estas complicaciones:
Llamamos abortos espontáneos cuando el feto muere en el útero antes de las 20 semanas de embarazo.
Esto se da cuando el bebé muere después de las 20 semanas de vida.
Esto es un tipo de presión sanguínea alta que solo se da en embarazadas y que puede provocar muchos problemas, tanto para la madre como para el bebé.
Algunas mujeres pueden sufrir de diabetes durante el embarazo.
Aquí se pueden incluir tanto que el bebé sea demasiado grande para lo que correspondería en su edad gestacional, como por ejemplo necesitar una cesárea.
La mayoría de los bebés de mujeres con sobrepeso y obesidad nacen sanos, pero son factores de riesgo que pueden provocar problemas de salud en los bebés.
Estos defectos de nacimiento pueden ser graves, como por ejemplo defectos del tubo neural, afectando el cerebro y la médula espinal.
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Los bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación se consideran prematuros. Cuanto más prematuro sea un bebé, mayor será la probabilidad de desarrollar problemas de salud o madurativos.
Cuando el bebé es demasiado grande, pueden producirse lesiones durante el parto, como por ejemplo la distocia de hombros.
Puede suceder que el bebé muera en las horas siguientes al nacimiento, sobre todo si ha nacido de forma prematura.
Los niños cuyos padres son obesos, tienen una mayor probabilidad de acabar desarrollando sobrepeso durante su niñez y adolescencia.
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Como vemos, mantener un peso adecuado es clave para poder conseguir un embarazo sin problemas. Aun así, es importante que durante el embarazo evitemos realizar dietas, ya que el bebé necesitará los nutrientes para desarrollarse correctamente. En cualquier caso podemos hablar con una nutricionista para que nos ayude a planificar nuestras comidas para asegurarnos que estamos comiendo de forma adecuada durante el embarazo.