Es normal pensar que una persona que suele tener este tipo de silbido al respirar tiene asma, pero lo cierto es que también puede haber varios otros motivos. De todos modos, sea cual sea la causa que lo haya provocado, el motivo del sonido es la inflamación de las vías aéreas.
Lo cierto es que estos silbidos pueden aparecer de repente por muchos motivos. Veamos algunos de los más frecuentes a continuación.
Es cierto que la inflamación provocada por el asma resulta en los silbidos comentados anteriormente. Además, cuando una crisis asmática ocurre en niños, suele también ir acompañada de bastante tos.
Otra de las causas más comunes es una posible reacción alérgica. Pero hay que destacar que, cuando se trata de una alergia, suele ir acompañada de inflamación de la boca, la cara, la lengua y dificultad para respirar. Es importante fijarse en el aspecto de la persona cuando está teniendo una crisis de sibilancia. Si le cuesta respirar y se pone muy pálida o incluso azul, hay que llevarla a urgencias de inmediato, porque no está recibiendo el suficiente oxígeno.
Hay varios tipos de infecciones que pueden resultar en estos pitidos. En los más jóvenes suele tratarse de bronquitis. Los niños pequeños son más propensos a los virus que atacan al sistema respiratorio y por eso suele ser más común escuchar estos pitidos en ellos cuando se agarran un catarro fuerte. Al ser más vulnerables en este sentido, es buena idea prestar más atención a estos sonidos para que reciban el tratamiento adecuado.
Asimismo, existen otras enfermedades más serias asociadas a estos pitidos, como lo es la fibrosis quística (o cística). Se trata de una enfermedad de origen hereditario que hace que las glándulas que producen la saliva, el sudor y la mucosidad no funcionen de forma adecuada.
La mucosidad se espesa demasiado y se vuelve pegajosa, en vez de ser escurridiza y más líquida. De esta manera, puede llegar a taponar los pulmones e incluso bloquear el acceso a otros órganos vitales, como los del sistema digestivo. Así, puede incluso hacer que sea difícil procesar y absorber los alimentos.
De todos modos, mientras que muchas enfermedades que provocan estos pitidos están asociadas al sistema respiratorio, hay otros problemas que no tienen que ver que esto.
Uno de dichos problemas es el reflujo gástrico en el esófago. El reflujo envía los ácidos del estómago hacia arriba por el esófago y esto puede causar un impacto en las vías respiratorias, afectando a los bronquios y pulmones. Si se trata de este problema y persiste, es recomendable que vayas al médico para encontrar una solución.
El tratamiento de los pitidos al respirar depende de los factores que lo están causando. En muchos casos, se intenta reducir la inflamación con medicamentos, pero las causas que están provocando la inflamación tienen que tratarse también. Una vez que las causas hayan sido tratadas y resueltas, los sonidos al respirar cesarán y posiblemente no volverán.
Solo en algunos casos – como el asma o la fibrosis quística – puede permanecer algún tipo de sonido, pero con los medicamentos adecuados hay muchas posibilidades de que se atenúen bastante o incluso desaparezcan.