Los conductores saben que un nuevo impuesto puede afectarles en los próximos tiempos, aunque todavía no ha llegado a España.
Estamos hablando de un impuesto que está ideado con el objetivo de controlar el daño medioambiental que cada vez es más elevado en los últimos años. Esta nueva tasa para los conductores tiene mucho que ver con el deseo de llegar a la neutralidad climática por parte de las autoridades.
Están pensando desde hace tiempo en un borrador de medidas que intente reducir la huella de carbono. Y, entre otros, está el impuesto del que hablamos a continuación.
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Nos referimos al nuevo impuesto que atañe a los neumáticos y de momento se va a ejecutar, si nada cambia, en el Reino Unido. Allí tienen pensado ejecutar esta nueva tasa a los neumáticos. Se añadiría a otras medidas que van a ejecutar para conseguir la deseada neutralidad en carbono.
Sabemos que este impuesto tiene mucho que ver con un gravamen a la contaminación. Y es que los neumáticos liberan una variedad de partículas nocivas, como el zinc y el carbono, según se van descomponiendo.
Hay que poner el foco en que los contaminantes plásticos que producen los neumáticos están entre los más comunes del mundo.
Debemos reseñar igualmente lo que exponía hace seis años un estudio llevado a cabo por la Universidad Abierta de los Países Bajos. En él se ponía de manifiesto que las ruedas de los coches provocan hasta un 10 % de los microplásticos presentes en los mares de toda la Tierra.
Por si fuera poco, no es menos importante lo que cuestan los combustibles fósiles para la fabricación de estos neumáticos.
Un ejemplo muestra todo el petróleo que se necesita para producir tan solo un neumático. Y es que se requieren hasta 32 litros de petróleo para ello. Y en cuanto a un neumático de camión, harían falta hasta 100 litros, el triple de lo indicado.
En cuanto a otros estudios realizados por el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido, dejan patente que los neumáticos provocan mucha más contaminación que los tubos de escape.
Para que lo tengamos claro, los neumáticos provocan unos 36 mg de partículas por kilómetro, mientras que los tubos de escape 0,02.
En cuanto a España, por todos es sabido que ya contamos con un impuesto especial que grava los neumáticos y no es otro que la 'ecotasa'. Este impuesto lo pagan los españoles cuando compran un neumático nuevo. Se busca que el impacto ambiental sea menor en estos neumáticos ya usados y que no pueden dar más de sí.
Por si fuera poco, en España hay que pagar el IVA en la compra de neumáticos. Por lo que este no sería el primer impuesto que atañe al tema automovilístico en nuestro país.
¿Qué puede ocurrir en caso de que se implante finalmente este impuesto sobre los neumáticos? Que algunos querrán alargar más de la cuenta la vida de los estos. Y pondrán en peligro su seguridad y la de los demás en las carreteras.
Hay que exponer que sobre ello han hablado largo y tendido varias asociaciones de conductores del Reino Unido. Sostienen que este es un problema para aquellos que quieren ahorrar demasiado.
“Hablar de un impuesto a las ruedas, aunque es increíblemente prematuro, podría resultar más dañino que beneficioso. Causaría más lesiones y muertes en nuestras carreteras al desanimar a los conductores a reemplazar los neumáticos desgastados”, explican.