La piel es la capa más superficial de nuestro cuerpo, eso la convierte en uno de las partes más sensibles y expuestas al peligro. Durante nuestra juventud, se autoabastece de todos los nutrientes que necesita mediante los alimentos que consumimos. No obstante, conforme nos hacemos mayores, la piel pierde esta habilidad y hay que ayudarla con este proceso que antes hacía sola. Por este motivo, en este artículo te enseñaremos una de las mejores maneras que existen para nutrir tu piel y rejuvenecerla.
Como ya se ha mencionado antes, con el paso del tiempo la piel pierde la facultad de nutrirse y eso provoca, entre otras cosas, la aparición de arrugas. Para muchas personas, su aparición, sobre todo en la cara, supone una preocupación principalmente estética. Por esta razón, cada vez es más común que la gente intente buscar una solución a este problema y recurran, por ejemplo, a la cirugía estética.
No obstante, este método tiene sus inconvenientes como el costo de la operación y el peligro que implica para tu salud si sale mal. Por esta razón, hay mucha gente que busca otras alternativas más seguras y baratas. Actualmente, una de las soluciones más fáciles, rápidas y eficaces es la aplicación de mascarillas faciales. Las hay de muchos tipos, así que es importante analizar cuál es la que mejor te puede ayudar en tu caso.
Podemos dividir este producto en dos grupos, las mascarillas ya hechas que puedes comprar, por ejemplo, en un supermercado, y las caseras, es decir las que preparas en tu casa, que es en lo que se centra este artículo. Generalmente se usan productos naturales, ya que son menos dañinos para la piel.
Sin más dilación, a continuación te presentamos la mascarilla casera con la que notarás una mejoría en tu piel desde el primer uso.
- 4 cucharadas de leche o crema de leche.
- 3 cucharadas de bicarbonato de soda.
- 1 cucharada de miel de abeja.
- 1 cucharada de Vitamina E líquida.
- ¼ de cucharada de canela en polvo.
La confección de esta mascarilla es bastante fácil y no nos llevará mucho tiempo prepararla. Lo primero que debemos hacer, es mezclar todos los ingredientes en un recipiente hasta que nos quede una masa espesa y viscosa. Una vez obtenida, ya estará lista para ser aplicada sobre nuestra piel.
Para hacerlo, debemos esparcirla con cuidado sobre la totalidad de nuestro rostro como haríamos si de una crema se tratara. Lo más recomendable es hacerlo mediante el uso por ejemplo, de un pincel, ya que de esta manera no desperdiciaremos tanta crema y el resultado final será mejor. Es importante tratar de evitar que el producto toque nuestros ojos y labios, ya que podrían irritarse si eso ocurriese.
Una vez aplicada, debemos esperar que penetre en nuestra piel entre 15-20 minutos o hasta que se seque. Para retirar la mascarilla de nuestra piel, deberemos lavarnos la cara con agua tibia. Es importante que sea tibia, ya que si lo hacemos con agua fría podría no limpiar en su totalidad la crema, y si lo hacemos con agua caliente podría secar nuestra piel y dañarla. Este proceso se debería repetir al menos 2 veces por semana para que surta efecto.
Ahora que ya has visto como se hace y sus beneficios, ¿Por qué no lo pruebas? No esperes más y comienza a preparar esta increíble “mascarilla de la juventud”. ¡Y no olvides dejarnos en comentarios qué te ha parecido!