Cada producto que se vende bajo el nombre de Mercadona es sinónimo de éxito, solo hace falta ver la viralización de productos como el chocolate, las galletas o la tarta de Kinder a través de las plataformas de internet.
La OCU denunciaba que esta cadena de supermercados ha sido de las que más han subido los precios con la inflación. Convirtiendo que llenar la cesta de la compra por menos sea una tarea más complicada. En 2023, Mercadona ha vuelto a subir los precios de nuevo y los clientes han mostrado su descontento.
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Un sentimiento que preocupa a los clientes y han mostrado el malestar en de estas últimas decisiones en las redes sociales, como TikTok o Twitter. Unos canales que permiten conocer de cerca la opinión pública, además de ser vías de entretenimiento.
Y es que son muchos ya los productos que han ido subiendo de precio, además, se trata de alimentos vitales en muchas familias.
Un producto muy consumido que ha sufrido la subida de precio son las galletas María. En un inicio, el consumidor pagaba 90 céntimos por ellas y ahora debe pagar 1,70 euros. Situación parecida vive el agua con gas que valía a 1,14 euros a inicios de 2022 y un año después lo encontramos a 1,44 euros.
Estas y otras muchas son las quejas que realizan los consumidores y los ha recopilado todas ellas @CervantesFAQ en su cuenta de TikTok.
Pero una de las cosas que más destacó hace unas semanas fue la queja viral de una mujer que iba a Mercadona a comprar unos potitos de la marca Hero Baby. En ese caso la subida era de más del doble del precio, de un coste inicial de 0,90 a un prcio de 2 €.
Se trataba de un hecho que indignaba mucho, y el vídeo de la queja de la mujer mencionada corrió por todas las redes.
Aunque encontremos productos que su subida de precio no ha sido tan perceptible para el monedero del consumidor, como la mayonesa de 1,30 a 1,35 euros o el té de 0,85 a 0,95 euros, sí se ha producido un enfado general.
Este sentimiento ha dejado comentarios en las cuentas oficiales de Mercadona, que hasta parece un frame de películas de risas: "Mercadona baja los precios o va a venir a comprar tu p*ta madre".
Mercadona no está viviendo su mejor momento, pues en algunas categorías de sus productos y supermercados no pasan la calidad de la OCU. Esto, unido a las quejas de los clientes, probablemente pueda ser una crisis que tanto para la cadena de supermercados como Hacendado pierdan clientes potenciales.
Por ello, el presidente de Mercadona, Juan Roig, ha mostrado recientemente su preocupación por la inflación que está atravesando el país. Unos datos que sitúan la inflación de febrero al 6% y una subida de los precios de los principales alimentos al 16,6%.
Joan Roig ha señalado que ante "escenarios ni imaginables ni previstos", Mercadona ha actuado con "dique de contención de precios". Juan Roig explicaba con detalles que en los últimos meses han tenido que pagar un 12% más a los proveedores sin que el consumidor pague todas las consecuencias.
Juan Roig acepta que los precios de Mercadona han subido "una burrada", pero insiste en que "si no se hubieran subido los precios, el desastre que se hubiera generado en la cadena de producción hubiera sido impresionante".
La compañía ha ganado 718 millones, un 5,6% más que el año anterior, y cierra 2022 con una facturación que supera los 31.000 millones. También se han creado 3.000 puestos de trabajo y se ha realizado una inversión de 1.000 millones.
Juan Roig confirmaba que el objetivo de Mercadona durante 2023 es bajar los precios de la cesta de la compra, controlando los costes de producción y de comercio. Según ha explicado, estas medidas se realizarán "sin tocar la calidad ni afectar a la sostenibilidad de los proveedores ni los trabajadores".
Desde el Gobierno Central, María Jesús Montero ha indicado que "seguir observando" será clave y, en el caso de que sea necesario, tomarán medidas adicionales.
No obstante, la ministra destacaba que la bajada del IVA del tercer paquete anticrisis no ha paliado los márgenes de beneficio de la distribución entre los supermercados.
Al mismo tiempo, la ministra animaba a que grandes empresas y ciudadanos con una mayor renta económica ayuden en la economía de los ciudadanos que lo necesiten. Un "gesto" que las distribuidoras podrían realizar como crear una cesta de la compra con precios reducidos, como ha puesto en marcha Eroski.