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Una persona encenent-se un cigarret

¿Qué ocurre cuando fumamos tabaco?

Aunque la gente está más concienciada que en el pasado, el problema sigue existiendo

Todo el mundo sabe que fumar es malo para nuestra salud. Sin embargo, ese no siempre ha sido el caso. Hasta hace solo unos cuantos años y en la mayoría de los países del mundo, se podía fumar en cualquier parte – en la oficina, en tiendas, en aviones, en autocares, y en algunos sitios incluso en los ascensores.

En la sociedad de hoy en día, es algo impensable que una persona encienda su cigarro en un supermercado o en la mesa del trabajo. Si a alguien se le ocurre encender un cigarro en un sitio prohibido, puede tener un problema con multas y broncas por parte de los que le rodean.

Ingredientes de los cigarrillos

Los fabricantes de cigarrillos se vieron forzados a divulgar los ingredientes de sus productos en 1998, para que el público supiera que había más de cuatro mil elementos químicos en cada uno de los cigarrillos. De esta divulgación, los más peligrosos que se dieron a conocer fueron los siguientes:

Amoniaco: Es usado para incrementar la absorción de la nicotina. También es un producto muy utilizado para limpiar los baños, tratar las aguas residuales y es un elemento clave en los fertilizadores líquidos.

Arsénico: Se usa como pesticida en las plantas de tabaco, y quedan restos en el cigarrillo resultante. Si tienes un problema de plagas en tu casa, el arsénico es uno de los productos que se utilizan para eliminarlas.

Persona sacando humo por la boca
Tu cuerpo está recibiendo un gran número de productos químicos y cancerígenos en cada calada | Getty Images

Cadmio: Un compuesto metálico del tabaco que viene de la acidez de la propia tierra. 

Formaldehído: Es un bioproducto que podemos encontrar en el humo del cigarro. Es un gas incoloro que usualmente se usa para preservar los cuerpos antes de su entierro.

Acetona: Otro bioproducto que resulta al quemarse un cigarrillo. Lo podemos encontrar en algunos antioxidantes industriales y también se usa para limpiar aseos y baños.

Butano: Te ayuda a encender el cigarrillo en forma de combustible líquido.

Propileno glycol: Se añade al tabaco para evitar que los cigarros se sequen, aunque lo que realmente hace es acelerar la entrega de la nicotina al cerebro.

Trementina: Se usa para mentolar el sabor de los cigarrillos. Este aceite también se puede usar para diluir la pintura y quitar el barnizado de la madera.

Benceno: Es otro bioproducto resultante de quemar cigarrillos. Podemos encontrar Benceno en algunos pesticidas y en la gasolina.

Níquel: Sí, es un metal. ¿Hace falta explicar algo más?

¿Cómo actúa nuestro cuerpo?

Conociendo algunos de estos componentes que no son particularmente buenos para nuestro organismo, ¿Cómo digiere nuestro cuerpo todos estos elementos? El problema es que no lo hace. La palabra digerir implica algo bueno. Si digieres una idea, significa que estás cuidadosamente procesándola. Cuando digieres comida, la procesas de una forma en que tu cuerpo la pueda absorber y usar su energía.

Cancer de pulmon
Fumar con regularidad puede afectar gravemente a nuestra salud | Getty Images

El problema con los cigarrillos es que es más un tema de indigestión que de digestión. Tu cuerpo está recibiendo un gran número de productos químicos y cancerígenos en cada absorción o calada. Nuestros órganos internos, sangre y células simplemente no están hechos para procesar el humo del tabaco.

Cuando fumas, lo primero que pasa es que una mezcla de gases es liberada alrededor de tus ojos, nariz y garganta. Esto pasa en unos pocos segundos. Tus ojos pueden empezar a llorar, tu nariz gotear y tu garganta irritarse. Unos pequeños pelos llamados cilia, trabajan para limpiar nuestros bronquios y pulmones de este humo invasor, son como una especie de parabrisas integrados en nuestro cuerpo.

El problema es que el humo del tabaco puede paralizar o incluso matar este protector (cilia) y por tanto, dejar de funcionar. Si se deja de fumar, la cilia vuelve a retomar su función de forma normal.

Cuando los fumadores se despiertan por la mañana tosiendo, es porque a la cilia le cuesta trabajar de forma normal. Cuando el fumador enciende este primer cigarrillo del día, la cilia vuelve a quedar paralizada y esto alivia la tos o incluso la hace desaparecer. No es de extrañar que hace años los fumadores pensaban que el tabaco no era malo para ellos. Si un cigarrillo consigue que dejes toser por la mañana ¿Debe ser algo bueno, verdad?

En lo más profundo de los pulmones, el humo de los cigarrillos daña las células que se encargan de retirar las partículas ajenas al cuerpo de los pequeños sacos de aire que tienen los pulmones, los cuales se llaman alvéolos. Mucho del humo que inhalas se convierte en alquitrán. Este alquitrán no es muy diferente del que se usa para pavimentar una carretera o un tejado.

Cubo de alquitrán
Mucho del humo que inhalas se convierte en alquitrán | Getty Images

Solo un treinta por ciento del alquitrán es retornado al aire cuando exhalamos el humo del cigarro – el resto se queda bien pegado a nuestros pulmones y garganta. El alquitrán mata células sanas en nuestros pulmones. Un paquete al día durante un año, corresponde a una taza hasta arriba de alquitrán.

El mito de los cigarrillos ‘light’ bajos en nicotina y alquitrán, son solo eso, mitos. Los fabricantes de cigarrillos hacen diminutos agujeros en el filtro para “reducir” la cantidad de alquitrán que se ingiere. ¿Suena bien, verdad? Desafortunadamente, los dedos tapan muchos de estos agujeros cuando se sostiene el cigarrillo y los fumadores de tabaco ‘light’ acaban inhalando más profundamente para conseguir la nicotina que necesitan para una satisfacción óptima.