En ocasiones parece que el tiempo se nos echa encima, que no somos capaces de llevar a cabo todo lo que tenemos que hacer, que necesitamos mejorar los resultados o realizar algo de forma más rápida.
La productividad emerge en estos momentos en los que no sabemos qué hacer. Por ello, ofrecemos algunos consejos para ser más productivo y estar satisfechos de las labores que realizamos.
Para comenzar, debemos tener en cuenta nuestra actitud, muy relacionada con la predisposición. Realizando algunos cambios en referencia a nuestro comportamiento en ciertas circunstancias podemos aumentar considerablemente nuestra productividad.
Es importante mantener la positividad. Es decir, ser optimistas transformando nuestro pensamiento. Puede parecer un tópico, pero enfrentándonos de forma positiva a las circunstancias seremos mucho más productivos. Ya que anticiparemos los posibles problemas, nos centraremos directamente en las soluciones, perderemos menos tiempo preocupándonos por algo…
Por supuesto, tenemos que confiar en nosotros mismos. De este modo, estaremos más animados pensando que somos capaces de alcanzar nuestro objetivo. Y premiándonos cuando lleguemos a nuestra meta, para tomar aire y continuar con más impulso aun.
Debemos mantenernos optimistas, como comentábamos, pero sin caer en autoengaños: siempre con los pies en la tierra y haciendo balanza de lo acontecido. Así no llegaremos a ser ambiciosos y no asumiremos riesgos innecesarios.
Otro punto muy necesario para mejorar la productividad es la perseverancia. Teniendo una actitud paciente conseguiremos muchos más resultados.
No es necesario que veamos la productividad solamente asociada a ámbito laboral y deseemos obtener cualquier cosa de forma inmediata. Es importante respetar los tiempos y permitirnos un margen, ya que habrá cosas que necesiten poco tiempo y otras que necesiten más debido a numerosos factores.
Incluso es probable, en ciertas actividades y tareas, que tardar más sea un punto a favor. A veces, podemos obtener grandes resultados con un trabajo muy bien hecho y con dedicación, más que si pretendemos abarcar mucho y los resultados son mediocres.
También es muy significativo, con respecto al tiempo, encontrar los momentos adecuados. Unas veces será mejor dar una respuesta al instante; otras, posponer ciertas labores y decisiones; e, incluso, cambiar hábitos y rutinas para poder dedicar el momento ideal a cierta tarea que lo precisa.
Y, por último, en relación con la actitud, es beneficioso ser dinámico, resolutivo, proactivo… Estas actitudes se oponen contundentemente a la pasividad, ya que lo peor que se puede hacer ante cualquier cosa es quedarse bloqueado o permanecer impasible.
Stephen Covey es un autor muy destacado en el mundo del liderazgo y en este libro destaca estos consejos:
Ser proactivo
Comenzar con un fin en la mente y tenerlo siempre presente
Poner primero lo primero, priorizar lo esencial e importante
Pensar en ganar y en lograr los objetivos
Entender primero y ser entendido después
Sinergizar, es decir, buscar que todo fluya favorablemente hacia el objetivo que conseguir
Renovarnos y ser capaces de adaptarnos a los cambios necesarios e imprescindibles
Si tras leer 'Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva' quieres seguir profundizando en las claves, los procesos mentales y las estrategias para que tu vida sea más productiva en sus distintas vertientes, aquí te dejamos otras dos recomendaciones literarias sobre esta temática que pueden ayudarte a aclarar las ideas y a incidir en aspectos concretos de la productividad:
Escrito por Richard Koch en 2009, este libro se centra en aquellas cosas que hacemos cada día mediante procesos totalmente interiorizados y que no contribuyen a ser más productivos. Partiendo del principio de Pareto, Koch establece que el 20% de nuestro esfuerzo diario produce el 80% de los resultados.
Tras un profundo análisis de las rutinas de cada uno que Richard Koch explica cómo hacer, la propuesta del autor es centrar mucho más tiempo y dedicación a este 20% altamente productivo que al 80% restante. Es válido tanto para el trabajo como a nivel personal.
Bajo el subtítulo de 'Aprende a liberarte del estrés con GTD', José Miguel Bolívar, uno de los autores más seguidos en materia de productividad personal y autor del blog 'Óptima Infinito' desarrolla un método para mejorar la eficacia laboral en el panorama actual.
Según la tesis de Bolívar, las tareas actuales son más líquidas, están en constante cambio y nunca se sabe cuando están realmente terminadas lo que genera estrés y falta de seguridad.
GTD responde a las siglas Getting Things Done, un método creado por David Allen, muy enfocado a mantener el control sobre las distintas tareas que hay que realizar. Más control provoca más efectividad y mejores decisiones.
Además de libros, encontramos diversas aplicaciones que nos pueden ayudar, como un extra, a ser más productivos día a día.
Os destacamos algunas de las aplicaciones que podéis conseguir fácilmente y que os ayudarán a organizar vuestro tiempo, agenda y actividades:
Buffer: una app para gestionar redes sociales. Buffer administra todas las cuentas y ayuna a que la dedicación a las redes sociales, tanto personales como profesionales, sea menor en cuanto al tiempo y esfuerzo.
Focusatwill: una aplicación para aumentar la concentración. Gracias a la música que emite y a un temporizador de tareas, es una app recomendada en el mundo de la psicología.
Trello: una aplicación que puede ayudar en la organización de tareas. Consiste en un tablón virtual que permite ordenar labores pendientes, subir documentos, gestionar eventos y actividades… De este modo, se puede utilizar como agenda, aunque mucho más completa, para organizar horarios e, incluso, de una forma compartida con otras personas.
Microsoft To Do: Después del cierre de Wunderlist, Microsoft ha lanzado esta aplicación para planear el día y administrar correctamente tu agenda, para llegar a todo y hacerlo con menos tiempo y más efectividad.
Coach Me: con ella puedes contactar con un coach para obtener apoyo en las diferentes metas que puedas tener.
Google Keep: es directamente una agenda virtual en la que incluso se pueden dictar las notas en una especie de tablero de anuncios. Permite crear y organizar notas que se sincronizan con Google Drive por lo que puedes acceder a ellas desde cualquier sitio e ir modificándolas automáticamente.
RescueTime: más que una ayuda es un detector. Es decir, es una aplicación que monitorea la actividad de los diferentes dispositivos, tanto móviles como ordenadores. Tras el seguimiento, comunica lo que se ha estado haciendo. De forma que puedes saber cómo utilizas el tiempo.
Forest: una app que te ayuda a no distraerte. Cuando quieras concentrarte solo tendrás que abrir la aplicación. Aparecerá un árbol virtual en tu teléfono que morirá si vuelves a utilizar el móvil y no has sido capaz de concentrarte.
Además de los cambios actitudinales y las herramientas ofrecidas, también existen algunos tips que contribuyen a aumentar nuestra productividad, a ser más eficaces y, con ello, a conseguir un mejor rendimiento.
Evitar perder mucho tiempo en Internet: tanto redes sociales como plataformas. Revisa solo lo necesario cuando no dispongas de mucho tiempo y pospón los contenidos online de entretenimiento para tu tiempo libre. De la misma forma, intenta no tardar mucho en tus respuestas a emails, whatsapps…
Procura eliminar los sonidos o imágenes de fondo, a menos que sean los indicados para mejorar la concentración como música clásica. Dejar la televisión puesta o escuchar música que nos guste, inconscientemente, desvían nuestra atención.
Utiliza las rutinas a tu favor. Dependiendo de la tarea o actividad a realizar, establece hábitos concretos que te permitan aprovechar al máximo el tiempo. Aunque sean para necesidades tan básicas como comer o para las horas de sueño.
Ten en cuenta siempre una buena alimentación. Aunque no dispongas de mucho tiempo o estés agobiado, trata de comer de forma saludable, pues esto repercutirá en tu forma de desarrollar cualquier labor. Eliminando comidas precocinadas, bollería...
Del mismo modo, es importante no quitarle importancia a las horas de sueño. No se consiguen los mejores resultados eliminando horas de sueño y añadiéndoselas a la tarea que desempeñes. Si es necesario y urgente, hazlo puntualmente. Pero rutinariamente debemos estableces unas horas suficientes de sueño para mejorar nuestra productividad en las horas de actividad.
Realiza pausas. Hay momentos en los que quedamos colapsados durante la realización de cualquier labor; presionarnos para terminarla del tirón no es una buena opción. Es mucho más beneficioso descansar un momento y después continuar.
Organiza bien lo que tengas que hacer. Sobre todo, prioriza. Haz primero lo que tenga más importancia o urgencia, o lo que pueda influir en el resto de actividad. Por último, lo secundario o menos urgente.
Personaliza cualquier consejo, incluso estos. Cada persona tiene unas peculiaridades muy concretas, por lo que los tips que funcionan con alguien pueden perjudicar a otra persona. Por lo que, es imprescindible que utilices todas las facilidades que necesites, pero adaptándolas a ti mismo, ya que nadie te conoce mejor que tú mismo.