Cinco meses han pasado desde que esa pequeña vida comenzó a crecer en tu interior. Desde ese momento, supiste que tu vida iba a cambiar para siempre, pero quizá no imaginabas la ilusión y los cambios que esto traería consigo. Queremos seguir contándote lo que sucede durante la gestación, especialmente en la semana 20 de embarazo.
Tu tripita no deja de crecer y cada vez te cuesta más mantenerte en pie mucho rato. Esto puede menguar tu equilibrio y añadir presión en tus articulaciones, ligamentos y músculos. Además, tus ganas de dormir aumentan, pues el cansancio aparece más fácilmente debido a los síntomas que estás sufriendo durante la semana 20 de embarazo.
Las varices comienzan a aparecer en estas semanas, así que quizá creas necesario usar medias relajantes y calcetines premamá. Busca zapatos cómodos que no presionen tus pies y que los dejen respirar, además de que te hagan sentir confortable.
Las palpitaciones que comenzaron en la semana 19 seguirán presentes, y como te dijimos, aunque no es peligroso, es muy recomendable que vigiles el ritmo y la duración de estas. Si ves algo extraño, no dudes en visitar a tu médico.
Ya vas por la mitad, ¡bien hecho, mami! Sin embargo, aunque los síntomas como vómitos, náuseas y demás han desaparecido, otros nuevos llegan, pero tú puedes con eso y con más, porque ahora, no eres solo tú, ahora tienes una motivación increíble que te empujará a seguir adelante: tu pequeñín.
Si no pudiste esperar y ya sabes el sexo del bebé, seguro que estás muy emocionada. Aunque lo normal es que sea en la semana 20 de embarazo cuando descubras si tendrás una princesa o un príncipe. Quizá tenías tus preferencias, pero eso ahora ya no importa, sabiendo que tu bebé está bien. ¿Cómo va su desarrollo?
Pues bien, en esta semana, hay cambios considerables como la posición de su columna que se endereza y su peso, que a partir de este momento aumenta rápidamente. De hecho, la semana pasada pesaba unos 200 gramos, mientras que en esta puede alcanzar más de 300 y mide unos 22 centímetros, ¡como un plátano! Ver cómo se va desarrollando semana a semana te hace sentir como si vieras a un gran alfarero moldear su mejor obra de arte: poco a poco, con ternura y cuidado.
Algunos de sus órganos vitales como el hígado, los intestinos y el estómago están todos en su sitio y tienen su forma definitiva. Ya solo les queda crecer, al igual que sucede con otros órganos. El único que difiere de esto es el cerebro, que debido a su complejidad, no terminará de desarrollarse hasta casi el final del embarazo.
Cada vez tiene más grasa bajo su piel, y se ve más cantidad de vérnix caseoso, que es una especie de pasta blanquecina que protege la piel de las agresiones que pudiera causarle el líquido amniótico. Su cabeza cada vez está más proporcionada con su cuerpo y el cordón umbilical es el principal responsable de hacerle llegar todos los nutrientes que necesita.
Aunque estarás muy emocionada por saber el sexo de tu pequeño, el cansancio, las taquicardias y los sofocos te harán estar irritable y susceptible. Los cambios de ánimo que pueden ir desde la euforia a la tristeza profunda siguen en auge. No obstante, ahora tienes mucho por hacer y con lo que mantenerte ocupada.
Es el momento de que comiences a pensar en el nombre de tu pequeñ@, en ver revistas de decoración para preparar su habitación, o incluso para ir de compras con tu pareja, tu madre o tu mejor amiga y empezar a formar su armario de ropita o comprar todo lo que necesites para criar a tu pequeñín.
El ejercicio suave como el yoga, las caminatas, el bodybalance y los ejercicios de Kegel, te mantendrán relajada. Aunque las hormonas seguirán en su sube y baja, estar ocupada y calmar la mente, te dará las herramientas necesarias para sobrellevarlo de la mejor manera.
Recuerda que es importante que compartas lo que sientes con aquellos más cercanos a ti, especialmente con tu pareja si la tienes, o con quien conviva contigo. No solo les ayudará a ellos a entenderte, sino que llegado el momento, podrán ayudarte a sentirte mejor.
Es importante que durante todo el embarazo mantengas estables los niveles de vitaminas, hierro, ácido fólico, zinc y demás minerales que son importantes para el crecimiento de tu bebé, y para tu propia salud.
El tabaco, alcohol y la carne, huevos o pescado crudos están totalmente prohibidos. Si hay alimentos que no toleras debido a las hormonas, no te fuerces a comerlos, incluso si contienen nutrientes necesarios. Podrás regular estos a través de complementos alimentarios.
Ya queda menos mami. Sabemos que tienes momentos malos debido al malestar y lo síntomas, pero cuando tengas a tu bebé en brazos, todo tendrá sentido y habrá merecido la pena. A fin de cuentas, el tiempo pasa rápido, ya estás en la semana 20 de embarazo, ¡entras en la recta final!
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