Pronto estarás en el sexto mes de embarazo, ¡parece mentira cómo corre el tiempo! Antes de que te lo esperes tendrás a tu bebé en brazos. Pero antes tienen que suceder distintos cambios, como los que pasan en la semana 23 de embarazo. ¿Deseosa de que te los contemos?
Tu barriguita no dejará de crecer, así que las estrías tampoco. El truco para frenarlas o al menos reducir los efectos es que te mantengas muy hidratada. Bebe mucho líquido y aplica crema hidratante y antiestrías allí donde estas aparecen más fácilmente.
Esta tirantez de la piel también te provocará picor y escozor. El útero sigue creciendo y presiona las venas que hace que la sangre de las piernas vaya al corazón. Esto provocará hinchazón en las piernas, aunque ya hace algunas semanas que la notabas.
Es el momento de que vayas desechando la ropa que no vayas a usar más y buscar aquella que te deje moverte con libertad y sobre todo que no te dé calor. Porque los sofocos seguirán hasta el final del embarazo.
Tu bebé ya es toda una personita en apariencia, así que los cambios más característicos tienen lugar en su interior. Ya mide aproximadamente 34 centímetros y pesa medio kilo. Cada vez tiene más fuerza, especialmente en sus movimientos, los cuales notarás con más intensidad.
Su sentido del equilibrio y la parte interna del oído (ambos van unidos) se habrán desarrollado casi por completo. Su pelo y cejas se van tiñendo del color que tendrá al nacer, y su coordinación muscular también se verá más desarrollada.
En la semana 23 de embarazo todavía es un buen momento para ponerle música y hablarle. Llegado este momento, vuestro vínculo será muy fuerte, y actos como esos, lo estrecharán aún más.
Ya es posible que en las ecografías no solo veas movimientos involuntarios, sino algunos como bostezos, estiramientos, siestas, etc. El proceso de calcificación de los huesos sigue en curso con el fin de que estos dejen de ser cartílago.
Una de las emociones más fuertes que sentirás en la semana 23 de embarazo será tu instinto maternal. Incluso si te quedaste embarazada sin esperarlo o quererlo, el amor innato y natural hacia tu pequeño ya es tan fuerte que se ha creado un estado de protección en ti que mantendrás de por vida.
Los altibajos de tus emociones siguen vigentes. ¡Nos encantaría decirte otra cosa! Pero así será hasta que tengas tu bebé en brazos. Puedes pasar de la euforia al enfado o la tristeza en un segundo. Aunque no te desanimes, y tampoco te quedes en casa dándole vueltas a la cabeza o discutiendo con los que te rodean.
Busca actividades que ocupen tu tiempo. Puedes ir a buscar ropita para tu bebé o para ti, a por cosas que necesites para su habitación, a la peluquería para hacerte una sesión de belleza o simplemente ¡haz cualquier cosa que te guste y te relaje! Hay a quienes les encanta cocinar o leer, nadie mejor que tú te conoces.
Recuerda que hablar con los tuyos, especialmente con tu pareja si vivís juntos, es primordial para mantener una buena relación entre ambos. Saber por qué te sientes de una manera u otra le ayudará a entenderte y podréis afrontar juntos cualquier emoción negativa que pudiera aparecer.
Pasa tiempo con tu familia y amigos, busca tiempo para relajarte, dar largos paseos, pasa tiempo a solas con tu pequeño y si puedes, realiza algún deporte como el yoga o el bodybalance. La meditación también puede ayudarte a controlar tus emociones, y los ejercicios Kegel aliviarán el dolor de la pelvis por el crecimiento del útero.
Ya sabes que desde el primer momento de embarazo es importante que evites el alcohol y el tabaco y que cuides al máximo tu alimentación. Pues bien, en la semana 23 de embarazo sigue siendo igual o más importante aún, ya que tu pequeño cada vez es más grande y todo lo que hagas influirá en él de alguna manera.
Quizá sigues teniendo antojos, ¡no te hará daño que comas lo que te apetezca! Vigila que la carne, los huevos y el pescado estén bien cocinados y evita todo aquello que el médico te indique que es perjudicial.
Recuerda que dada la hinchazón en las piernas es importante que bebas mucho líquido y que comas fruta fresca como la sandía o las fresas que tienen propiedades diuréticas. Mantener una dieta equilibrada es la clave para cuidar de tu salud y de la de tu pequeño. Eso de que tienes que comer por dos no es más un mito falso que te puede llevar a un sobrepeso innecesario. Si tienes dudas sobre cómo llevar una dieta balanceada, habla con tu médico: estará encantado de ayudarte.