Ya has llegado al mes séptimo mami. ¡Cómo pasa el tiempo! Al igual que te hemos acompañado en cada momento, también vamos a estar contigo durante la semana 28 de embarazo contándote todos los cambios que ocurrirán en tu cuerpo y el de tu pequeño. ¿Estás preparada?
Tu cuerpo ya no sufrirá muchos cambios evidentes, quizá crecerá un poco más tu barriguita, pero nada más. Seguirás teniendo algunos síntomas como la hinchazón y el dolor de espalda y de cabeza. Si conduces, ten en cuenta tomar todas las precauciones para cuidar de ti y de tu pequeño.
Esta semana es probable que tengas cita para hacerte la visita ginecológica de control, en la que tu médico verá qué tal están tus niveles y cómo está todo. Lo que sí es muy emocionante es que desde la semana 28 de embarazo deberás acudir a las clases preparto en las que vas a aprender más sobre el momento más esperado.
Mientras nosotros te hemos mostrado lo que pasará en cada momento de tu embarazo, en las clases sabrás qué va a ocurrir en cada momento durante la dilatación, a la vez que te prepararán para que lo hagas lo mejor posible y con el mínimo dolor.
¿Y tu pequeño? ¡Ya pesa más de un kilo! Su cerebro se sigue formando y va tomando la forma de una persona. Su pelo y sus uñas están creciendo. Sus órganos vitales siguen adaptándose al tamaño de su cuerpo.
La mielina, un componente imprescindible para el sistema nervioso aparece en escena, mientras el cerebro va creciendo paulatinamente y terminando su desarrollo. Sus sentidos son más sensibles a los estímulos. Este sigue siendo un momento ideal para que hables a tu pequeño, le pongas música, des masajes a tu barriguita y hagas cualquier cosa que creas que podrá afectar de manera positiva a tu bebé.
Se cree que la música clásica influye positivamente en el desarrollo auditivo, cognitivo y emocional del pequeño. Escuchar tu voz creará un vínculo inquebrantable entre ambos a la vez que se siente querido y cuidado.
Por otro lado, ya lo único que falta es que tu pequeñín termine de moldearse. Por eso, en la semana 28 de embarazo su cuerpo es más suave y redondeado, tomando forma total de personita. Cada vez se parece más al bebé que muy pronto tendrás en brazos. Seguro que ya sabes su nombre y tienes todo listo para su llegada. ¡Pues antes de lo que imaginas estarás mirando a tu pequeñín a los ojos!
Seguirás teniendo altibajos en tus emociones. Puedes pasar de la alegría a la tristeza, a llorar desconsoladamente sin motivo o a enfadarte por nada. Es importante que si vives con tu pareja, ella esté al tanto de cómo te sientes en cada momento y cómo puede ayudarte a que te sientas mejor.
También puedes hablarlo con tus familiares y amigos, ya que es posible que en más de una ocasión digas algo de lo que luego puedas arrepentirte porque dañes a los que más quieres. Que entiendan que no eres tú sino tu estado, ayudará a que prevenir para que vuestra relación no se dañe.
Por otro lado, mantenerte ocupada te permitirá tener las emociones a raya. ¿Cómo puedes hacerlo? Tomando café (descafeinado) con tus amigas, preparando la habitación del bebé, leyendo revistas de maternidad, comprándole ropita o haciendo alguna actividad que te guste.
El ejercicio siempre es una buena idea para ocupar tu tiempo así como para bajar el hinchazón que seguirás teniendo en tus piernas, y mantenerte activa. Yoga, bodybalance, tai-chi, ejercicios de respiración y meditación, largos paseos y natación, son los más recomendados por médicos y especialistas.
La alimentación es uno de los puntos clave para cuidar de tu salud y de la nueva personita que ha llegado a tu vida. Es esencial que intentes mantenerte hidratada, reducir el consumo de sal y evitar la comida chatarra y los alimentos precocinados.
Si andas un poco perdida en sobre cómo hacer una dieta equilibrada, habla con tu médico, que te ayudará a que obtengas todos los nutrientes que necesitas. Quizá tengas que tomar algún suplemento alimenticio como hierro o unas vitaminas.
No olvides eliminar el tabaco y el alcohol, los cuales pueden influir negativamente en la salud y el crecimiento y desarrollo de tu bebé. Por otro lado, recuerda que las carnes, huevos y pescados deben estar bien cocinados, ya que crudos pueden ser una fuente enorme de bacterias.
Por todo lo demás, ¡vamos mami, que tú puedes! Ya queda nada y menos para que lo mires a los ojitos y veas su hermosa sonrisa. Cuando eso suceda, te darás cuenta de que todo ha merecido la pena. Tu vida no volverá a ser igual, ¡será mejor!.
Más noticias: