El tiempo vuela… Ya han pasado más de ocho meses desde que supiste que una nueva vida se formaba dentro de ti. Ya estás en la semana 33 de embarazo y la cuenta atrás para conocer a tu pequeño está en marcha. ¡Antes de lo que imaginas!
Vamos a ver los cambios que están sucediendo en tu cuerpo y el de tu bebé en esta semana.
Si estabas contenta porque no habías engordado mucho, lamentamos decirte que desde esta semana en adelante, engordarás entre medio kilo y un kilo por semana. Tus pechos ya se están llenando de leche, tu bebé sigue creciendo, acumulas líquidos, etc. Muchos factores influyen, aunque según se acerque el día del parto, el ritmo de coger peso irá disminuyendo.
La creación de la leche de tus pechos encierra uno de esos misterios de la naturaleza que nos encanta contarte. Tu bebé a través de la placenta expande unas hormonas que tu cuerpo absorbe y generan la leche materna. ¡¿No te parece increíble?!
Cuida especialmente la higiene de tus pechos en esta semana, ya que el calostro puede acumularse en los pezones y causarte una infección. Hay productos específicos para ello, solo tienes que preguntar a tu médico o en tu farmacia habitual.
Tu barriga, que estará casi a punto de explotar, tiene la piel muy tirante, y probablemente en esta semana veas que el ombligo ha sobresalido mucho, tanto que lo puedes notar en la ropa.
Te sentirás pesada, tendrás las piernas y manos hinchadas, e incluso es posible que veas esa hinchazón en la cara. No te preocupes, pronto todo volverá a ser como antes.
Tu pequeñín pesa más de dos kilos y ya debe medir aproximadamente unos 45 centímetros. Ya sabes que todos los fetos en las primeras semanas crecen a un ritmo parecido, pero cuando llegamos a la recta final, como es la semana 33 de embarazo, ya es la genética la responsable del crecimiento y la forma. Así que, si ves que tu bebé es más pequeño o más grande de lo normal, no te preocupes, hay muchos factores que influyen.
Llegados a esta semana, el bebé ya debe estar colocado correctamente para la salida. No notarás muchos movimientos, pues el espacio ya está reducido, pero sí es probable que sientas sus patadas, ¡la impaciencia por salir!
Durante las últimas semanas el cerebro ha seguido su desarrollo y se han ido formando las neuronas y conexiones nerviosas que son más importantes para su funcionamiento. Es por ello que el feto ya tiene etapas de sueño y de vigilia.
En las últimas ecografías ya has podido ver la forma y cara de tu bebé definitiva. Gracias al cuidado que estás teniendo con tu alimentación, los huesos de tu pequeño se están fortaleciendo al absorber el calcio que tú estás consumiendo. Sus papilas gustativas ya están desarrolladas, así como todos sus órganos.
Sabemos que estás deseando de que todo vuelva a la normalidad, pero aún queda un poco para que tus niveles hormonales se equilibren. Los nervios, el estrés e incluso el miedo ante el parto, seguirán acompañándote en esta última recta, la semana 33 de embarazo.
Pasarás de la alegría a la tristeza o el enfado en pocos segundos. Si vives con tu pareja, con una amiga o con tu familia, es esencial que hables con ellos sobre lo que sientes, por qué y cómo pueden ayudarte a que te sientas mejor.
Hacer cosas que te gustan, practicar algún deporte que tu barriga te permita como largos paseos o incluso yoga, puede ayudarte a controlar emociones y dar un poco de estabilidad a tu vida. Mantente ocupada, ultima los detalles para la bienvenida del nuevo miembro de la familia, y conversa mucho con tu pareja para evitar que se abra una brecha entre vosotros. ¡Ánimo que ya queda poquito mami!
Es necesario que también durante la semana 33 de embarazo evites los alimentos que pueden perjudicar la salud del bebé o la tuya propia. Además, como la lactancia es la siguiente etapa, es posible que tengas que decir no a otros alimentos que pueden alterar su sabor y composición.
Es vital que te mantengas hidratada, que reduzcas la sal en las comidas y, dado que los huesos de tu bebé se fortalecen, ha llegado el momento de que tomes más calcio del habitual. No olvides cocinar bien la carne, el pescado y los huevos, ya que si están crudos o poco hechos, se convierten en una fuente de bacterias perjudicial para ambos, tú y tu pequeño.
Pronto estarás mirando a esa pequeña personita que llegará a tu vida a los ojos. Te estás portando como una campeona y tu premio está al llegar. Sigue disfrutando de cada minuto de este momento tan maravilloso de la vida que te ha tocado vivir.