Ya no hay ninguna duda, tu presentimiento, tus síntomas y los varios tests de embarazo que compraste te han confirmado sin lugar a dudas que ya eres una nueva mamá. No dejas de pensar en tu pequeño y en qué estará pasando en tu interior, cómo se estará formando y en qué punto estás. Es posible que llegados a este punto te estés planteando contar esta magnífica noticia a tu seres queridos. ¡Qué emoción! ¿Deseosa de saber qué cambios suceden en tu semana 6 de embarazo?
Uno de los mayores cambios de la semana 6 de embarazo se verá en tu cuerpo. Mientras que antes los síntomas eran una situación que no era válida para todas las mujeres, ahora ha llegado el momento en que si no los percibías antes, comenzarás a hacerlo.
Esto no tiene que ser ni mucho menos malo, ya que es parte de la aventura, una parte que recordarás con cariño cuando pienses en tu embarazo y en lo que supuso para ti y para tu vida. Es posible que te preguntes si comenzarás a subir de peso desde este momento, pero lo cierto es que probablemente bajes algunos gramos debido a los vómitos que acompañan habitualmente a esta semana.
No obstante, sí notarás la ropa más apretada, pues es normal que el abdomen, las piernas y los tobillos comiencen a hincharse. Náuseas, vómitos y mareos serán más habituales. Es posible que tus pechos aumenten también debido a la hinchazón y que sean mucho más sensibles.
Las areolas cambiarán a un tono más oscuro y podría ser que secretaras leche. Esto no es habitual, pero hay algunos casos de mujeres en los que ha sucedido desde bien temprano en el embarazo. Las ganas ir al baño aumentarán y es probable que sientas un aumento del flujo vaginal y humedad. No estés pensando en que esto es similar a un sangrado y te obsesiones mirándote todo el tiempo. Esto solo hará aumentar tu ansiedad y no será beneficioso ni para ti ni para el bebé.
Los ardores y los reflujos comienzan en la semana 6 de embarazo, especialmente si tienes o has tenido una hernia de hiato. Para evitarlos, te daremos unos tips en la sección ‘dieta’ que hemos creado más abajo. Este es un buen momento para hacer la primera visita al obstetra.
¿Y tu bebé? ¿En qué punto está? Pues digamos que ha pasado de ser una semilla de amapola a una pequeña y sonrojada lenteja. Su cuerpo cada vez se parece más al de una personita, su cabeza aún es muy grande en relación con su cuerpo, pero su corazón comenzará a latir en este punto. Si quieres ver todos estos cambios, pide en tu centro una ecografía vaginal y saluda a tu pequeño por primera vez. Aún es pronto para apreciarse bien, pero aparatos especializados te mostrarán algunos detalles de su pequeña forma.
Verás dos hoyos en su cara, donde se formarán sus ojos, y una protuberancia con forma de cola que luego serán sus piernas. Lo mismo sucederá a cada lado de su tren superior, lo que dará lugar a sus bracitos. Su corazón comienza a bombear sangre de forma habitual, así que muy pronto el cordón umbilical podrá ser el encargado de alimentar a tu pequeño. De momento esto sucede a través del saco gestacional.
¿Y tus emociones? Bueno, ya sabes que un embarazo es el mayor cambio hormonal que cualquier mujer pueda sufrir, y los cambios hormonales conllevan cambios en las emociones. Pues bien, las hormonas te llevarán por esa montaña rusa de cambios en la que aún no te has acostumbrado a subir, y en la que a partir de este momento no podrás optar por bajar.
Estrés, alegría, tristeza, enfado, ¡todo en un minuto! Es normal que sientas ansiedad y nerviosismo pensando en si todo saldrá bien, si estarás preparada para asumir el reto que te ha puesto la vida, pero no te obsesiones. Haz ejercicios de relajación así como un poco de deporte que dé nueva vida a tu organismo y sobre todo, a tu mente.
Si aún no has compartido tu estado con nadie, cuéntaselo a la persona que conviva contigo, ya sea tu pareja, una familiar o un amigo. Así evitarás muchos malentendidos y discusiones. No hay nada mejor que te entiendan, en cierto modo, cuando sufras cambios de humor. Tranquila, aprenderás a sobrellevar todo esto y pronto te sentirás mejor.
En la dieta es vital que evites pescados azules, y dado que serás sensible a los ardores y reflujos, di no a las comidas picantes o muy especiadas. No comas fritos ni grasas, y si necesitas alguna medicación para aliviar alguno de los síntomas físicos que sufras esta semana, no dudes en hablar con tu médico para que te recomiende algunos aptos para tu estado.
Si hay algún alimento al que le hayas cogido, digamos, manía, evítalo. Tu bebé no nacerá más sano porque te obligues a comerlo. No hay nada mejor que una dieta equilibrada en la que comas de todo, evites los alimentos que pueden dañar al bebé, y que no te obsesiones en demasía. Tu médico podrá darte pautas precisas que podrás seguir.
Esta carrera no ha hecho más que comenzar mami, y ha llegado el momento de que comiences a disfrutar de cada minuto de ella. Será un embarazo único e inolvidable, te lo aseguramos.