¡Ya han pasado 7 semanas desde que tu vida cambió para siempre! ¿Cómo te sientes? Seguro que con un mix de emociones tremendo: alegría, miedo, temor, ansiedad, euforismo, tristeza… Eso es por las hormonas, lo sabemos. Pero además es normal que quieras que todo salga bien y por tanto el temor empañe la alegría de saber que eres mamá. Aunque también sabemos que sientes curiosidad por saber qué pasa dentro de ti y en qué punto esta tu lentejita. ¿Te contamos lo que sucede en la semana 7 de embarazo?
Es posible que a estas alturas comiencen a preocuparte los cambios en tu cuerpo. Ya has notado cierta hinchazón, demasiados vómitos, y puede que incluso alguna subida o bajada de peso. Tranquila, todo esto es normal y es parte del proceso de esta aventura que has comenzado a vivir.
Los ardores serán los principales protagonistas de la semana 7 de embarazo. Puede que comenzaras a sentirlos una semana atrás, pero ahora se intensifican. Tendrás un tránsito intestinal más lento y por tanto, estreñimiento. Mareos y vómitos seguirán siendo constantes como en la semana 6 de embarazo. Estos te acompañarán casi por todo el primer trimestre.
Mareos, cansancio, hinchazón y otros síntomas que ya has sufrido antes, pueden permanecer o reaparecer. El médico puede recomendarte algunos medicamentos o incluso remedios naturales que te ayudarán a aliviar su intensidad. No dudes en consultarle.
Puede que hasta ahora pienses que tu pequeñín no ha sufrido grandes cambios. ¡No dudes eso! Ha pasado de ser un óvulo fecundado a tener forma humana. El tiempo te parece eterno, lo sabemos, pero tómalo con calma y disfruta de todas y cada una de las fases, porque son únicas e irrepetibles. ¿Qué está sucediendo en la semana 7 de embarazo?
En esta semana el embrión crece mucho, pues mientras que antes crecía una media de un milímetro o menos por día, en esta semana puede aumentar en diez milímetros. Pasar de unos 4 mm hasta 14 mm. Esto significa que desde ahora, la carrera se acelera. Ya está bien arraigado en tu cuerpo y no tiene intención de irse, al menos no antes de 7 meses más.
Su corazón ya está dividido en dos partes, los pulmones presentan su primer bronquio y el cerebro también consta de dos hemisferios, aumentando de tamaño. Su hígado comienza a producir glóbulos, el páncreas segrega insulina y la placenta sigue desarrollándose para alcanzar el punto de ser la que suministre el alimento.
De momento se sigue haciendo a través de la vesícula vitelina pues el cordón umbilical no está desarrollado del todo. Este es uno de los procesos más asombrosos del embarazo. La placenta es el único tejido fetal que se tocará con el cuerpo de la madre. Mientras que en circunstancias normales el cuerpo lo rechazaría presentando un ataque hacia cualquier otro tejido que la ataque, en el embarazo el cuerpo reacciona de forma tranquila, y no solo no ataca, sino que, además, facilita el crecimiento del que será el hogar de tu bebé.
¿No te parece increíble? Seguro que cuando descubres cómo funciona el milagro de la vida, todos los molestos síntomas se convierten en parte de esta melodía musical que está llegando a tu vida para alegrarla.
Tu vaivén de emociones no va a mejorar en esta semana. Nos gustaría darte mejores noticias al respecto, a ti y a los que te rodean, pero no es así. La progesterona sigue teniendo altos y bajos lo que ocasionará cambios repentinos de humor y de ánimo. Te seguirán acompañando la tristeza, la ira, la alegría y el miedo.
¿Recuerdas la película "Intensamente"? Una niña que se sumía en un mundo de emociones que no sabía cómo canalizar por falta de experiencia. Es posible que te sientas como ella. En tu caso, no será la falta de experiencia la que te juegue una mala pasada, sino tus hormonas. Tranquila, el cariño de los tuyos y tu capacidad de relajarte te ayudarán a sobrellevarlo de la mejor manera.
Aún estás en un momento óptimo para seguir practicando un poco de deporte –siempre supervisado por el médico– y ejercicios como el yoga o el body balance que aportarán la paz necesaria a tu mente. Da largas caminatas al aire libre, respira profundo y medita. Todo esto te ayudará a estar tranquila y controlar tus emociones. Sobre todo no te cargues con culpa, no eres tú, es parte del milagro de la vida que se forma en tu interior.
Olvida esos mitos de que hay que comer por dos o que no puedes evitar aquellos alimentos que tienen olores que han comenzado a revolverte. Trata de llevar una dieta equilibrada y no olvides tomar vitaminas y ácido fólico. Habla con tu médico y hazte los análisis pertinentes para saber si tienes alguna carencia.
Si aún no lo has hecho, quizá ya quieras compartir la buena nueva con los tuyos. Esta es una decisión muy personal, pero si la alegría te puede, ¡no dejes que nadie te impida hacerlo! Ya eres una mamá desde que esa pequeña cosita crece en ti.
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