El sexo es una de las actividades más placenteras de las que nos gusta disfrutar, por norma general. Si bien siempre es un buen momento para disfrutar del sexo, el periodo del posparto no cumple esta condición. La mamá tiene que recuperarse a nivel físico y mental y el bebé cambia la rutina de la pareja.
Existen diversas dudas respecto al sexo después de un embarazo que preocupan a mamás y papás y que, a continuación, nos proponemos abordar con una serie de datos y consejos que nos ayudarán de una manera más segura a reanudar la actividad sexual después del parto, ya que este aspecto podría convertirse en un nuevo punto de conflicto en la pareja.
Para reanudar el sexo después de un embarazo, normalmente los ginecólogos recomiendan esperar 40 días (la conocida cuarentena). Este es el tiempo que necesita, de media, el aparato reproductor femenino para recuperarse del alumbramiento. Si bien es un dato general, existen ocasiones en las que este periodo de tiempo puede alargarse.
En el caso del parto donde se realiza la episiotomía (técnica en la que se hace un pequeño corte en los tejidos de la vagina y el periné para ampliar el canal del parto), el sexo después de un embarazo y un alumbramiento como este puede suponer retrasar su reanudación un poco más, para así dar tiempo a que cicatrice bien la herida. En este sentido, lo mismo pasaría si el parto se produjera por cesárea, aunque las zonas afectadas fueran distintas en cada caso.
Por otro lado, otro aspecto a tener en cuenta respecto al sexo después de un embarazo, son las secuelas físicas y emocionales que pueden quedar. En ocasiones, existe un miedo en la mujer al dolor que puede causarle volver a emprender su actividad sexual, sobre todo si ha sufrido algún tipo de herida más allá del desprendimiento de la placenta (por ejemplo, la cesárea o la episiotomía, como ya hemos mencionado antes).
Este miedo y/o inseguridad, también puede verse alimentado por la posible reducción de la lubricación natural después del parto (con más probabilidad, si se está dando el pecho). Este aspecto mejora con el tiempo y mientras tanto, este proceso puede facilitarse mediante masajes con aceite de rosa mosqueta y lubricantes especiales.
Todos estos factores y algunos que se comentarán a continuación, pueden contribuir a la disminución del deseo sexual por parte de la reciente mamá.
Este apartado de sexo después de un embarazo está más relacionado con los cambios en la vida diaria de la pareja. Cambios y más cambios. Para empezar, el nuevo rol de papás puede llegar a ser absorbente: la prioridad es el bienestar del bebé y el tiempo para la pareja se reduce en gran cantidad, lo que propicia menos ocasiones de comenzar un encuentro sexual.
El ritmo de vida cambia, se acelera más bien. Añadir a todas tus responsabilidades anteriores al embarazo, la más grande de todas, que es ser padres, añade un plus enorme de agotamiento, sin mencionar las horas de sueño que se pierden para atender la demanda nocturna del bebé. Por tanto, el aumento de cansancio también influye negativamente en el comienzo del sexo después de un parto.
A nivel emocional también pueden darse cambios que afecten al deseo sexual, como un aumento del estrés, la aparición de la sensación de frustración o incluso la tristeza. Estos cambios suelen ser normales, pero no dejan de ser factores que pueden alterar el sexo después de un embarazo.
Como hemos visto, el sexo después de un embarazo puede resultar un aspecto que se complique para la pareja. Todos los cambios que suceden en este periodo de tiempo, más la recuperación física de la mamá, los altibajos emocionales y de la vida cotidiana de los nuevos padres, pueden dar como resultado un conflicto a nivel sexual.
Es posible que la mujer sea quien encuentre más factores condicionantes en sí misma que dificulten la relación sexual, mientras que el hombre, esté dispuesto a reanudar la actividad sexual antes. Precisamente esta diferencia de momentos personales puede suponer un conflicto en la pareja. En este caso, la comunicación y la comprensión mutua son claves.
Compartir con tu pareja lo que te está sucediendo y cómo te está afectando, supondrá un canal que facilitará la situación. Por ambas partes debería darse una adaptación a la situación y sentimientos del otro para que las dificultades que puedan surgir respecto al sexo después de un embarazo, no acaben desembocando en una crisis de pareja.
El consejo principal para reanudar el sexo después de un embarazo es esperar el momento adecuado para la pareja, especialmente para la mujer, quien además de recuperarse físicamente, también debe hacerlo emocionalmente.
En lo que respecta a la recuperación física, y para que el sexo vuelva a ser placentero, también se pueden realizar ejercicios que fortalezcan la musculatura pélvica.
Además, la comunicación y la confianza es básica para volver a disfrutar del sexo después de un embarazo. Dedicar tiempo a saber cómo estáis ayudará a que, posteriormente, podáis disfrutar del sexo como antes. En caso de que la sequedad vaginal persista, los lubricantes son una buena ayuda para mejorar este aspecto.
Así pues, el sexo después de un embarazo puede resultar un tema delicado para la pareja, pero estando informados, hablando y cuidando la relación, volverá a ser algo de lo que disfrutaréis como antes o incluso, más.