Normalmente, el síntoma de embarazo más conocido por todas las personas es el retraso (y luego ausencia) de la menstruación. Aunque este es un síntoma muy claro y fácilmente detectable, hay muchos otros síntomas que se dan cuando una mujer se queda embarazada.
En general, los primeros síntomas aparecen 2 o 3 semanas después de la relación sexual que dio lugar al embarazo, y no es cierto que puedan notarse síntomas a los pocos días de la relación sexual. Si tienes sospechas de que puedes estar embarazada, estate atenta a los síntomas que te detallamos a continuación.
Puede suceder que algunas mujeres embarazadas experimentan un aumento de la temperatura corporal, con lo que serán más propensas a tener calor. Esto puede ser especialmente molesto en verano, que ya suele hacer más calor.
La hinchazón abdominal es otro de los síntomas del embarazo que se da entre la 5ª y la 6ª semana de gestación. Esto es debido a que, aunque el feto es aún muy pequeño, el cuerpo se está preparando para expandir el útero. Esto también puede confundirse con un síntoma premenstrual.
Durante el segundo mes de embarazo suelen surgir los antojos por ciertas comidas, pero también pueden aparecer aversiones a comidas u olores, pudiendo provocar náuseas. Este también es uno de los síntomas más conocidos del embarazo.
No es un síntoma del embarazo muy común, pero algunas mujeres pueden tener pequeños sangrados entre la 3ª y la 4ª semana de gestación. La mayoría de mujeres no asocian el síntoma al embarazo, ya que es un síntoma poco común y porque en general asociamos la sangre a la menstruación. Este sangrado se dacuando el óvulo fecundado se coloca en la pared del útero, pudiendo causar un pequeño sangrado uterino, también llamado "sangrado de anidación".
El síntoma del embarazo por excelencia. Normalmente es la ausencia de menstruación lo que lleva a las mujeres a hacerse el test de embarazo. No todas las mujeres se dan cuenta rápidamente de que ya no están menstruando, pudiendo ser porque han confundido el sangrado uterino con una menstruación floja, o porque tienen menstruaciones muy irregulares y no saben con exactitud cuando les toca. Hay que tener en cuenta que la menstruación puede retrasarse por otros motivos que no sean un embarazo, ya sea por estrés, infecciones, cambios de peso, cambios de anticonceptivo…
Entre la 4ª y la 5ª semana también pueden aparecer dolores en la parte inferior de la barriga o una sensación de hinchazón abdominal, pudiendo parecerse mucho a los síntomas del síndrome premenstrual.
El dolor en los pechos suele aparecer hacia la 5ª semana de gestación, aunque también puede aparecer de forma prematura y empezar a sentirse a las 2 o 3 semanas desde la fecundación.
Además, hacia la 5ª semana de gestación podemos notar un aumento del tamaño de los pechos, siendo un síntoma del embarazo provocado por cambios hormonales que buscan preparar los pechos para la lactancia. A su vez, los pechos también cambian de apariencia, oscureciendo los pezones y apareciendo venas alrededor de los senos.
Otro cambio en la apariencia es la aparición de los llamados tubérculos de Montgomery, que son unos pequeños nódulos localizados en las areolas que tienen como objetivo mantener la areola y el pezón lubricados a través de unas pequeñas secreciones.
Hacia la 5ª o 6ª semana puede aparecer otro síntoma muy conocido del embarazo: las náuseas y los vómitos. Hasta el 70% de las embarazadas pueden sentir mareos durante el primer trimestre del embarazo, mejorando a partir de la 12ª semana.
También durante la 5ª o 6ª semana del embarazo puede producirse estreñimiento. Esto es debido al aumento repentino de progesterona, que provoca que los órganos y tejidos del cuerpo estén más “relajados”. Esto también afecta a los intestinos, que como no tienen fuerza para contraerse, se ve afectado el tránsito intestinal normal.
Hacia la 5ª o 6ª semana también podemos sentir un aumento del cansancio general, sintiendo la necesidad de dormir más horas. Este síntoma suele desaparecer hacia el segundo trimestre del embarazo, pudiendo volver al final, cuando ya quedan pocas semanas para dar a luz.
Sentir ganas de orinar constantes también es un síntoma del embarazo habitual en la 5ª o 6ª semana, pudiendo incluso interrumpir el sueño de la embarazada varias veces para visitar el baño.
Esto es debido a la relajación de la vejiga, que evita que se pueda vaciar correctamente. Esto dura hasta el final del embarazo, que entonces será debido a que el tamaño del bebé comprime la vejiga y deja menos espacio para contener la orina.
Otro síntoma del embarazo que puede suceder es que un alimento que te encantaba deje de gustarte durante el embarazo. Además, esto puede mantenerse una vez terminado el embarazo. Lo mismo ocurre con ciertos olores, ya que el olfato de las embarazadas es mucho más sensible. Esto puede producir muchas incomodidades, ya que olores que antes pasaban desapercibidos, durante el embarazo pueden convertirse en insoportables.
Durante la 6ª semana de embarazo, se puede sentir un aumento de los gases intestinales, siendo especialmente molesto y embarazoso cuando nos encontramos en una oficina encerradas o en una sala con más gente.
Otro síntoma del embarazo clásico son los vértigos. Pueden aparecer a partir de la 6ª semana y son provocados por diversas alteraciones en el organismo de la mujer, como por ejemplo la caída de la presión arterial, reducción de los niveles de azúcar en sangre, anemia, aumento de la frecuencia respiratoria, alimentación insuficiente debida a las náuseas, etc.
Este síntoma del embarazo también es producido por cambios hormonales que provocan una mayor sensibilidad e irritabilidad. Esto se traduce en que se pueden sentir más ganas de llorar por cualquier cosa, por pequeña que sea, o que por una tontería puedan explotar y enfadarse mucho.
Es normal notar un aumento del flujo vaginal habitual como síntoma del embarazo. Normalmente esto suele ser más notable a partir del segundo trimestre del embarazo, aunque algunas embarazadas lo notan desde el principio del embarazo. En principio no debería ser diferente al flujo que teníamos antes del embarazo.
En algunas ocasiones, hay embarazadas que pueden desarrollar acné o agravar el que ya tenían. Puede surgir en cualquier momento del embarazo, aunque lo habitual es que si aparece sea a partir de la 10ª semana de embarazo.
Normalmente la aparición de algunos de estos síntomas suele ser la motivación inicial para realizar un test de embarazo que nos confirmará si estamos embarazadas o no. No todas las mujeres tienen los mismos síntomas, con lo que el test de embarazo es el método más eficaz y rápido para sacarnos de dudas. Incluso el síntoma común en todas las mujeres, la ausencia de menstruación, puede deberse a otras razones que no sean un embarazo, como por ejemplo estrés o cambios de peso.
Estas pruebas suelen ser más eficaces dos semanas después de la fecundación, con lo que es aconsejable esperar al menos una semana de retraso de la menstruación antes de hacer el test.