Los síntomas más comunes de infección de oído son causados por fluidos y presión que se crean dentro del oído. Dolor, enrojecimiento e hinchazón en el canal auditivo son los síntomas que suelen aparecer en este tipo de infecciones. La pérdida de oído o escuchar pitidos, así como fiebre, náuseas y vómitos, también pueden aparecer en algunos casos. Por supuesto, el dolor es el más común de los síntomas, y puede ir desde un dolor medio hasta uno muy intenso.
El malestar empeora con el movimiento de la mandíbula o al tocar el lóbulo de la oreja en caso de infección externa. El dolor suele causar un desequilibrio en la presión del oído debido al almacenamiento de líquido. Si el tímpano ha sido dañado, esto puede incrementar el dolor.
Cuando se empieza a formar tanto líquido en el oído por causa de la infección, se forman importantes taponamientos. La sensación es como la que ocurre cuando estamos en la piscina y tenemos que botar un poco con la cabeza de lado para que salga el líquido.
Sin embargo, cuando se trata de una infección es porque el líquido interno se está almacenando porque el sistema de drenaje ha sido bloqueado. El fluido se desarrolla de forma natural en los oídos, y un resfriado o alergia normalmente puede ocasionar un aumento en la creación de este fluido.
En muchos casos se forma un enrojecimiento e hinchazón del canal auditivo, algunas veces acompañado de un olor desagradable. Estos síntomas son una respuesta inmune a la infección de nuestro organismo. El dolor es causado por el fluido y las bacterias que se forman dentro del oído.
La pérdida auditiva y los pitidos dentro del oído suelen acompañar esta infección, sobre todos en las personas adultas. Esto es porque el oído intenta regular la presión. También puede ser señal de que el tímpano ha sufrido daños. El tímpano es una capa de piel en la mitad del oído que vibra con las ondas de sonido. Es la parte responsable de que podamos oír cosas.
Cuando el tímpano tiene algún problema, normalmente lo primero que experimentamos es una pérdida auditiva y suele ser muy doloroso. Si esto ocurre, los mareos, vómitos y pérdida de apetito suelen sucederle. Los pequeños huesos en la parte interna del oído son los responsables de mantener el equilibrio. Una infección de oído puede afectar a estos huesos y hacernos perder dicho equilibrio.
En algunos casos, la fiebre también puede estar presente. Esto indica que el cuerpo tiene un sobrecalentamiento causado por la infección. La infección hace que el sistema inmunológico tenga una respuesta, lo cual suele extraer energía de nuestro cuerpo. Hay que tener cuidado con esto y buscar atención médica por si se necesita tratamiento.
En algunos casos puede haber una supuración proveniente del oído, lo cual claramente indica que hay una infección. Esto suele ocurrir cuando hay una otitis presente, lo cual muestra que se están formando líquidos en el interior del oído. Puede haber incluso la presencia de sangre si el tímpano está muy dañado. En cualquier caso, hay que ir al médico en estos casos.